La reina mantiene su viaje a Londres pese al ‘choque’ por Gibraltar
La reina mantendrá su viaje a Londres para participar en el almuerzo que ofrecerá Isabel II con motivo del 60º aniversario de su coronación, a pesar del malestar que ya a trasladado el Gobierno al Reino Unido por la próxima visita del príncipe Eduardo de Inglaterra a Gibraltar. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, respaldó ayer esta decisión con el argumento de que la visita de doña Sofía tiene un carácter «absolutamente privado» y no oficial.
La visita que los condes de Wessex tienen previsto realizar al Peñón, entre el 11 y el 13 de junio, se inscribe también dentro de las celebraciones organizadas para conmemorar también los 60 años de Isabel II en el trono. Y, como suele ser habitual cada vez que un miembro de la Casa Real británica visita la colonia, ha provocado ya la protesta formal del Ejecutivo español. Exteriores llamó este martes al embajador del Reino Unido en Madrid, Giles Paxman, para dejar constancia de la nula simpatía, e incluso el «disgusto» con el que ha sido recibido el anuncio de este viaje, realizado apenas un día antes. Según informó ayer en un escueto comunicado el Ministerio, el encargado de trasladar el mensaje fue el director general de Política Exterior para Europa, Santiago Cabanas.
En la misma nota se matiza, en todo caso, que ese fue sólo uno de los temas abordados en la reunión. De hecho, el Ejecutivo tampoco ha querido hacer excesivo ruido con este asunto y el propio García-Margallo se mostró esquivo por la mañana —antes de que desde la oficina diplomática se informara de que ya había habido una protesta— a la hora de hacer una manifestación explícita. «Hay que hablar con mucha gente antes de hacer ninguna declaración sobre ese tema», se escudó ante a la salida de un desayuno informativo.
Los viajes de distintos miembros de la monarquía británica a un territorio sobre el que España y Reino Unido mantienen un contencioso que dura ya tres siglos siempre han tenido respuesta de España.