El Gobierno obliga a redoblar el control y suspende sólo a Asturias
El Consejo de Política Fiscal y Financiera, convocado para evaluar los planes económicos de reequilibrio de las comunidades autónomas, derivó en una reunión tensa en la que el Gobierno tuvo que mostrar su peor cara a los 17 consejeros para imponerles este año un ajuste global de 18.349 millones de euros, casi el doble de los 10.000 millones previsto. El objetivo es reconducir el déficit desbocado de estas administraciones hasta el 1,5% del PIB en el 2012. «Ha sido un sufrimiento, ha habido diferencias con todo el mundo», aseguraron al término del cónclave fuentes del Gobierno.
Los 18.349 millones son la suma de unos recortes de gastos que deberán de acometer todas las autonomías por importe de 13.071 millones de euros más incrementos de ingresos por 5.278 millones de euros. Esa mayor recaudación se sustanciará por la vía de subidas de impuestos y mediante la venta de activos públicos, según explicaron al término de la reunión el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta.
Los gobiernos autonómicos se aplicarán, por tanto, a la hora de exprimir sus capacidades normativas en materia tributaria. Beteta ya dio algunas pistas de por dónde irán los futuros golpes al bolsillo de los consumidores: subidas del tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), la creación de nuevas figuras impositivas de tipo medioambiental, la llamada fiscalidad ‘verde’, y el famoso céntimo sanitario, cuya extensión según explicó el secretario de Estado irá «avanzando hasta agotar la capacidad que se le ha dado».
De nuevo, el tijeretazo que se aplicará al gasto sitúa a la Sanidad y a la Educación pública entre sus objetivos preferentes.
Según explicó el propio Montoro, la reunión de este jueves abrió un proceso cuya aplicación está ahora en manos de cada gobierno autonómico. Y será el rigor observado en la llevada a la práctica de los planes de reequilibrio por cada una de ellas lo que otorgue a España la confianza deseada ante los socios e instituciones europeas y ante los mercados. «Lo que hace ganar credibilidad es el trabajo y la acción día a día». «Aquí el único objetivo es cumplir», resaltó. «No me cabe duda que haciendo el trabajo vamos a generar confianza y credibilidad».
No fue una reunión fácil, pero pese a los malos augurios de los últimos días el Consejo de Política Fiscal y Financiera se saldó con un único suspenso, el de Asturias. El Principado, regido aún por el Ejecutivo en funciones de Francisco Álvarez Cascos, tendrá que presentar un nuevo plan de ajuste en 15 días y no está precisamente en la situación más halagüeña para lograrlo. En los próximos días tendrá que materializarse el acuerdo político alcanzado por PSOE, IU y UPyD y la primera misión del futuro presidente, el socialista Javier Fernández, será hacerse cargo de unas cuentas que, según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, resultan «insuficientes».
Si Fernández no cumple los plazos previstos, el Estado podrá aplicar sanciones económicas y si el incumplimiento se mantiene a los seis meses se podrán intervenir sus cuentas.