león lucha por la minería. Una última oportunidad
El carbón exige compromisos, no parches
El Gobierno planteará hoy suavizar el recorte en las ayudas al funcionamiento si se paralizan las movilizaciones mientras el sector acepta aplazamientos, que no renuncias, en la reindustrialización.
De la reunión de esta tarde depende la desconvocatoria o el recrudecimiento de las protestas.
Unas semanas de intensas conversaciones de cargos públicos en los despachos de Madrid y la amenaza del endurecimiento de las movilizaciones. Son los argumentos que han llevado al Gobierno a plantear in extremis una postura más flexible en el drástico recorte de las ayudas al funcionamiento de las empesas mineras. Será la oferta que lleven esta tarde a la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón, la última oportunidad que el sector da a Industria antes de recrudecer las protestas en las mismas puertas del ministerio, en el madrileño Paseo de la Castellana.
El secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, ofrecerá suavizar los recortes fijados en los Presupuestos Generales del Estado (un 63% menos que los fijados para las ayudas al funcionamiento en el 2011), aunque se da por descontado que el descenso en esta partida será en todo caso acusado. Entre las alternativas que se han planteado al ministerio está acordar una solución que permita a las empresas acceder a líneas de financiación (cerradas por las entidades tras el recortazo del Gobierno) con cargo a las ayudas que cobrarán en el futuro.
La oferta de Industria está vinculada a la desconvocatoria inmediata de las movilizaciones, tanto cortes de carreteras como la manifestación prevista para el jueves en Madrid, que se anuncia multitudinaria.
La reunión, a partir de las 17.00 horas, se retoma en el ambiente de tensión en el que terminó la última cita. Sindicatos y empresarios han interpretado la postura inflexible del ministro, José Manuel Soria, como una apuesta por cerrar el sector, pero sin negociar un plan progresivo.
El recorte fijado en los presupuestos, que no ha sido corregido en la tramitación en el Congreso y que ahora afronta su trámite en el Senado, afecta de manera todavía más drástica a las inversiones en reindustrialización. Los sindicatos y los alcaldes mineros han insistido en las últimas semanas en que no aceptarán que se eliminen sin más los fondos firmados en el Plan del Carbón. Sin embargo, sí aceptarían un aplazamiento de las inversiones por la difícil situación económica del momento. Pero sin renunciar a ellas. Y, lo han advertido, no valdrán declaraciones de buenas intenciones, sino documentos «negro sobre blanco» con los compromisos que se pacten.
El sector minero ha llegado al límite de su paciencia en las negociaciones con Industria, hasta ahora un diálogo de sordos que esta tarde pretende cambiarse. Y eso que el ministro Soria, horas después de convocar esta última comisión, reiteró que no habrá más fondos para las empresas mineras.
Las reuniones de los últimos días con el Ministerio de Hacienda han desbloqueado los posibles impedimentos para que Soria reajuste los fondos de su departamento, y dé un respiro al carbón a la vez que evita un conflicto social más que sumar a los que están desencadenando las decisiones del Gobierno.