El presidente: «No caerá ninguna autonomía porque quebraría el país»
Hacienda no ampliará el plazo a Asturias y . Andalucía para que expongan sus ajustes.
Mariano Rajoy negó ayer que Cataluña u otra comunidad autónoma se encuentren en estos momentos al borde de la insolvencia pese al dramático llamamiento que hizo el viernes el presidente de la Generalitat, Artur Mas. «Cataluña no está en quiebra ni ninguna institución está en quiebra», zanjó el presidente del Gobierno durante la primera conferencia de prensa que ofrece en solitario desde que llegó a la Moncloa en diciembre pasado.
Es más, advirtió de que España no «dejará caer» a ninguna autonomía ni a ninguna institución financiera «porque se cae el país». Una ayuda que no otorgará «por concesión graciosa», añadió, sino porque es una «obligación» del Gobierno.
Rajoy sí reconoció que España padece un problema de liquidez que se ceba con algunos gobiernos autonómicos que tienen «muchas dificultades» para refinanciar su deuda en los mercados internacionales. «Para mí las comunidades autónomas son España, hasta ahí podríamos llegar, y yo me siento también responsable de lo que pase, gobierne quien gobierne», abundó.
El presidente se comprometió a ayudar a todos los ejecutivos regionales con la única condición de que cumplan los compromisos de austeridad y de recortes que asumieron en el Consejo de Política Fiscal y Financiera el 17 de mayo; es decir, que reduzcan su déficit público mediante el control del gasto.
Rajoy lamentó, sin mencionar a nadie de manera expresa, que algunos dirigentes no sean «conscientes de lo que está pasando», aunque recordó que el pasado viernes comunicó al portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, que el Gobierno solventaría los problemas de pagos de Cataluña, aunque no sea con la emisión de los «hispanobonos» que solicitan los actuales gestores de la Generalitat.
Ayudas
Además, recordó que el Ejecutivo ya puso en marcha en febrero una la línea de créditos a través del ICO para ayudar a aquellas comunidades que se enfrentan a un vencimiento de deuda y tienen problemas para refinanciarla en el mercado. Mientras Rajoy tendía la mano, el Ministerio de Hacienda anunciaba que no otorgará más tiempo ni a Andalucía ni a Asturias para aprobar sus planes de ajustes. Estas dos regiones, gobernadas por el PSOE, habían solicitado aplazar entre diez y quince días la presentación de sus respectivos planes de saneamiento económico.
Andalucía pretende negociar con los sindicatos antes de presentar el tijeretazo en el sueldo de los funcionarios y empleados públicos, mientras que Javier Fernández, que tan solo lleva tres días al frente del Ejecutivo asturiano, quiere evitar que la premura obligue a su equipo a tener que hacer «una chapuza».
Rajoy no se comprometió a nada en cuanto a plazos. «Yo no sé cómo están las cosas en este momento en el Ministerio de Hacienda, pero a mí lo que me importa es que el Principado de Asturias presente su plan económico y financiero como han hecho el resto», indicó. Nada dijo de Andalucía.
Rajoy, inusualmente generoso a la hora de conceder la palabra, contestó a 20 preguntas, entre ellas una sobre qué pactos concretos alcanzó con el jefe del principal partido de la oposición tras su último encuentro en la Moncloa. Además de ponerse de acuerdo para renovar antes del verano el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y el Tribunal de Cuentas, el presidente comentó: «Creo, espero que no me tenga que rectificar, que hay un acuerdo sustancial en los temas generales», con especial énfasis en los económicos. «Lo que pasa es que luego viene lo de siempre, los detalles», ironizó.