Cataluña rebaja las expectativas de la próxima cumbre sobre el pacto fiscal
La reunión que los partidos catalanes celebrarán hoy para debatir sobre el pacto fiscal no será tan decisiva como se anunció en las semanas previas. Consciente de que acercar posiciones, sobre todo con el PSC y el PPC, será complicado, el Gobierno catalán rebajó ayer el alcance de la cumbre, que con toda probabilidad dará lugar a nuevas reuniones a todos los niveles hasta julio, cuando el Parlamento autonómico votará una propuesta que debe servir al presidente catalán como base para ir a negociar a Madrid. La cita del Palau de la Generalitat «no será el día definitivo para el acuerdo», más bien servirá para que cada uno exponga sus ideas y éstas se pongan en «común», señaló el portavoz gubernamental, Francesc Homs, tras la reunión del Consell Executiu de los martes. De hecho, no se espera que salga ni siquiera un documento de mínimos.
Diálogo
La Generalitat, según Homs, acude al encuentro con la «voluntad de diálogo» y con la tranquilidad de que sus tesis ya cuentan con el respaldo de una «gran mayoría» absoluta, la que forman CiU, Esquerra e Iniciativa, que coinciden en la necesidad de que Cataluña disponga de un nuevo modelo de financiación, propio y al margen del régimen común, y con capacidad normativa y de gestión plena en el ámbito de los tributos. Eso sí, el Gobierno autónomo, que niega diferencias entre CDC y Unió, quiere «ampliar» esa mayoría parlamentaria y ha intensificado los contactos con el PPC y el PSC para que se sumen al acuerdo.