Diario de León

león lucha por la minería. Un encuentro sin alternativas

El inmovilismo del Gobierno acaba con la paciencia del carbón, que retoma las protestas

Industria reconoce que los remanentes mineros han «desaparecido» y Soria insiste en «seguir hablando».

Familiares y compañeros de trabajo de los ocho mineros encerrados en el pozo Santa Cruz, que ayer se concentraron en la bocamina.

Familiares y compañeros de trabajo de los ocho mineros encerrados en el pozo Santa Cruz, que ayer se concentraron en la bocamina.

León

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El Gobierno insiste en que no pretende cerrar el sector del carbón, «lo que no quiere decir que pretenda salvarlo». Una de las frases del secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, que según los asistentes a la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón ayer en Madrid resume el «surrealismo» en el que se desarrolló el encuentro. El Ministerio de Industria se mantuvo en la postura que ha defendido desde el principio: el recorte de las ayudas al funcionamiento fijado en los presupuestos (el 63%), y únicamente a última hora, ya en la noche, puso sobre la mesa la propuesta de convocar las ayudas correspondientes a este ejercicio (a punto de entrar en el sexto mes del año).

Eso sí, por 111 millones de euros: los 186 fijados en el proyecto de presupuestos generales menos los 75 que Industria descuenta de las ayudas correspondientes a los últimos meses del 2011. Martí aseguró a empresarios y sindicatos que no hay remanentes disponibles del Instituto del Carbón, aunque dijo no haber mentido ante el Congreso de los Diputados cuando aseguró en abril que estos fondos existían y que se destinarían a completar la partida de las ayudas al funcionamiento.

El secretario de Estado convocó finalmente una nueva Comisión de Seguimiento para el próximo día 6 de junio, y aseguró que está intentando obtener más fondos para el carbón. Sin embargo, respondió un «no le puedo contestar» a la exigencia de comprometerse a aumentar la partida de 111 millones de euros de ayudas que ayer puso sobre la mesa.

El ministro insiste

Mientras tanto en Bruselas el ministro de Industria, José Manuel Soria, insistió en su argumento de seguir hablando con el sector minero, como «con todos los de la economía», pero sobre la posibilidad de aumentar las ayudas recordó que la Unión Europea exige el cese de la actividad en el 2018, y a cambio permite ayudas para buscar alternativas. «Estas ayudas están condicionadas año a año a las disponibilidades presupuestarias, y este año son sustancialmente inferiores a las que había en años pasados, porque tenemos que cumplir el objetivo del déficit».

El portavoz de Carbunión, Gerardo Biaín, señaló anoche al término de la reunión que la propuesta es inaceptable, y que pensarán si acuden a un nuevo encuentro que puede ser «un diálogo inútil, como han sido todas las comisiones hasta ahora». Sí adelantó que el sector sigue «en la ruina» con la propuesta realizada ayer por Industria, y advirtió de que el conflicto puede acabar en los tribunales: «Pronto no podremos pagar a nuestros proveedores y alguien tendrá que hacerse responsable. También de las inversiones que hemos realizado de acuerdo con lo firmado en un contrato, el Plan del Carbón, que ahora se incumple de manera flagrante».

A la salida del encuentro, al que asistió como «asesor» el subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el responsable de Minería de la Federación de Industria de CC.OO., Juan Carlos Álvarez Liébana, resumió en un «francamente mal, un fiasco» el resultado de la comisión.

El sindicalista advirtió al Gobierno que todas las movilizaciones convocadas siguen su marcha e instó a Industria a «no convocar a la mesa si no es con alternativas, para buscar soluciones». Liébana calificó de «cortina de humo para dilatar el proceso y desmovilizar a las cuencas» la convocatoria de ayer, y advirtió que la minería «ya no está para amagos. No renunciamos al diálogo, pero a partir de ahora encerronas, las justas».

Por separado

La comisión había comenzado ya con tensión, cuando el ministerio pretendió negociar con empresarios y con sindicatos por separado. Una pretensión que fue rechazada por las dos partes, que insisten en que la Comisión de Seguimiento es el órgano habilitado para negociar lo relativo a la minería, y que no habrá acuerdos fuera de ese marco.

El Gobierno insiste, sin embargo, en fijar un calendario de reuniones a dos bandas.

Mientras, las cuencas se preparan para mantener un duro pulso que doblegue el inmovilismo del Gobierno.

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