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Rajoy no acepta cambios en los Presupuestos porque no hay dinero

Hacienda descarta los ‘hispabonos’ y resolverá caso a caso la concesión de avales.

El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, durante la sesión de control al Gobierno.

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alfonso torices | madrid
León

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Mariano Rajoy intentó ayer romper con la imagen de prepotencia que su Gobierno y su partido han dado durante la tramitación de los Presupuestos de 2012. El proyecto de cuentas públicas salió aprobado la semana pasada del Congreso, para su debate y ratificación en el Senado, sin haber aceptado más que tres enmiendas mínimas de las 3.100 que plantearon los grupos de la oposición. Nadie en las Cortes recuerda un precedente semejante de uso del ‘rodillo’ de la mayoría absoluta en un debate presupuestario desde el inicio de la democracia, como ayer le recriminó el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, durante la sesión de control al Gobierno. El resultado del bloqueo de enmiendas no solo fueron duras críticas generalizadas sino que el Ejecutivo tuvo que salvar el proyecto con sus únicos votos y el rechazo unánime de la oposición.

Rajoy dio a entender que no se siente orgulloso de lo ocurrido, pero tiene claro que cumplió con su «obligación» y que la imagen de blindaje de las cuentas se repetirá durante la tramitación en la cámara alta, que concluirá a mediados de junio. La razón, dijo, es que el «pilar fundamental de la política económica» es la reducción del déficit público a toda costa, por lo que no puede gastar «lo que no hay». Aseguró que el proyecto de Presupuestos redactado por el Ejecutivo no tenía margen para modificaciones. No admitía alternativas porque ya se habían recortado «casi todas las partidas». La total ignorancia de las demandas de la oposición, vino a decir, no es nada personal, no es una revancha partidista por la ausencia de apoyos, sino simplemente que en las arcas públicas no hay un solo euro más para gastar.

Duran recordó las palabras del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando dijo que el resultado de la votación de los Presupuestos en el Congreso «no es soledad» del Ejecutivo sino «mayoría absoluta», y advirtió a Rajoy de que no cree que esa sea «la filosofía que hay que utilizar para los tiempos que corren», con España al borde de la suspensión de pagos y de la intervención por la UE.

Insistió en que debe buscar los grandes consensos con los demás partidos, y especialmente con CiU, que ya fue su único apoyo en las leyes de Estabilidad Presupuestaria y en la reforma laboral. «No veo correspondencia», reprochó, tras considerar que el Ejecutivo maltrata a Cataluña en los Presupuestos con respecto a otras regiones. Rajoy tomó nota, pero no va cambiar de estrategia ni con CiU ni con los demás porque ante las demandas particulares, por importantes que sean, «debe primar el interés general, que es reducir el déficit».

«Renunciar a gastar»

El otro gran protagonista de los Presupuestos, Cristóbal Montoro, insistió ayer de igual manera en que lo único fundamental en la grave situación que atraviesa España es que «hay que renunciar a gastar». Admitió la crítica de autonomías como Cataluña y Andalucía, que le reprochan que haya incumplido con las partidas de inversión que contemplan sus respectivos estatutos. Las palabras del ministro de Hacienda sonaron a las de Rajoy. No es ese el deseo del Ejecutivo, pero «no hay dinero».

Según explicó, el poco margen de gasto y endeudamiento que tiene el Ejecutivo lo quiere utilizar para facilitar a las comunidades y ayuntamientos el pago de las facturas a proveedores y para ayudar a las autonomías con los serios problemas que tienen para refinanciar su deuda pública.

En este sentido, el ministro Cristóbal Montoro descartó que el Gobierno vaya a poner en marcha los ‘hispabonos’, una especie de salida al mercado conjunta y mutualizada de las deudas de las comunidades con el respaldo del Estado. Señaló que posiblemente la fórmula final que adoptará el Consejo de Ministros será la de avalar a las comunidades ante los mercados financieros de manera individual, a petición propia y después de estudiar cada caso en concreto.