«Esto es ya una parte más de nuestra vida»

Las mujeres de los ocho mineros de Santa Cruz también son ya un símbolo de la actual lucha. Ellas resisten fuera y las visitas al pozo se han convertido en una parte más de su vida diaria, como aseguró Blanca, la mujer de Alfredo. Levantarse, llevar a los niños al colegio, trabajar o dejar lista la casa comparten horas del día con las estancias en la entrada de la que es la casa provisional de sus maridos. «Te acostumbras», afirmó Blanca, destacando que es la familia que han formado las ocho lo que más les ayuda a superar el día a día.

El apoyo mutuo es crucial sobre todo ahora, cuando tras ver que la reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón no ha surtido efecto, sus esposo están más nerviosos, según confesó Elena, la esposa de José Antonio Pérez Molina. Quieren soluciones y todavía tienen esperanza.