Rajoy reclama por primera vez en público la creación de los ‘eurobonos’
El presidente responde a las presiones de la UE pidiendo al BCE que compre deuda.
Mariano Rajoy nunca se ha opuesto a la creación de los denominados ‘eurobonos’, pero consideraba que se trataba de una decisión a medio y largo plazo. El presidente del gobierno, presionado de manera soterrada por la UE y el G-7 para que solicite al Banco Central Europeo el rescate de los bancos españoles, respondió con un inesperado giro a favor de las tesis contrarias a la canciller alemana, Angela Merkel. Rajoy, que hasta ahora había recurrido a eufemismos para referirse a los ‘eurobonos’, reclamó por primera vez en público su implantación. Lo hizo en el Senado, durante su cara a cara mensual con el portavoz socialista, Marcelino Iglesias. «Europa necesita decir dónde va, dejar claro que el euro es un proyecto irreversible y ayudar a aquellos países que estén en dificultades», proclamó el jefe del Ejecutivo.
Fuentes del Gobierno apostillaron que este nuevo discurso no significa que España haya cambiado de bando en la batalla que se libra en Bruselas entre aquellos países, como Francia e Italia, que apuestan por priorizar las políticas de crecimiento frente a las de austeridad, y Alemania, que supedita el futuro de la UE a la consolidación fiscal. Rajoy reconoció que España padece un problema de «financiación, de liquidez y de sostenibilidad». Explicó que esta grave situación mejoraría si el Banco Central Europeo volviese a comprar deuda soberana de España e Italia, como hizo en agosto de 2011, cuando aún era presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Iglesias mantuvo el mismo guión de oposición que emplea el PSOE en el Congreso. propone pactos al Gobierno, pero sin renunciar a recordar que desde que el PP gobierna en España «las cosas que estaban mal han ido a peor, y las cosas que iban bien se han empeorado vertiginosamente», acotó Iglesias.
El presidente respondió que nadie puede pedir al Gobierno que en cinco meses «arregle el desaguisado» que se ha generado en España en los últimos años porque eso, a su juicio, «es lisa y llanamente imposible». Dio a entender que ve factible alcanzar acuerdos con el PSOE para defender una postura común ante la Unión Europea, pero apostilló que antes de sellar este pacto, los socialistas deberían dar pruebas de que realmente quiere pactar con el Gobierno. Rajoy afeó además a los socialistas que no hayan votado a favor en el Congreso de «ni una sola de las reformas que necesita España» para salir de la crisis económica.
Iglesias reconoció que son tiempos difíciles para todos y destacó que en «estas circunstancias no es fácil la labor de la oposición». Una afirmación a la que se agarró Rajoy en su réplica para arremeter contra el PSOE. «Es cierto que no es fácil la labor de la oposición en estas circunstancia, por eso lo hacen ustedes tan mal», remató.
Los hombres de negro
Rajoy sigue su particular cruzada para evitar el rescate de los bancos españoles, lo que sería tanto como confirmar la intervención de nuestra economía. La idea es recalcar que España no está al borde de ningún precipicio, como expresó el sábado en un acto con empresarios catalanes en Sitges. Otros miembros del Ejecutivo asumieron ese discurso, como el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien aseguró en una entrevista en Onda Cero que «los hombres de negro no van a venir a España» para intervenirla porque «no es rescatable» por su tamaño económico. Lo que necesita España, agregó, no es un rescate, sino «más Europa».
Montoro emplazó al BCE y a la Comisión Europea a que hablen con claridad sobre la unión bancaria porque la cantidad que necesitan las entidades financieras españolas para recapitalizarse no es excesiva. Precisó, incluso, que la cifra de 40.000 millones mencionados por el presidente del Santander, Emilio Botín, «no es excesiva».
Rajoy, antes de responder en el Senado a las preguntas de la oposición, mantuvo una reunión a puerta cerrada con el grupo popular en esa cámara. En el encuentro el senador y ex director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivieso, recomendó a Rajoy que hiciera llegar su mensaje al mayor número de ciudadanos posibles.