El ministro insiste en que cada preso de ETA tendrá un tratamiento individual
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, insistió ayer en que los presos de ETA que quieran la reinserción tendrán un tratamiento individual. «No habrá ningún indulto ni tratamiento colectivo», aseguró durante la inauguración del nuevo centro penitenciario de Pamplona. Podrán reinsertarse todos aquellos terroristas «que reconozcan el daño, que se arrepientan de ello, y abandonen ETA», siempre y cuando «la banda terrorista les de libertad para hacerlo», insistió el ministro.
Ante los últimos movimientos del colectivo de los presos etarras, Fernández Díaz señaló que no serán tomados en cuenta y garantizó que «el Estado no ha negociado, no negocia, ni negociará con terroristas ni con ningún representante de los presos».
El ministro explicó que, pese al anuncio de alto el fuego definitivo del 20 de octubre por parte de los terroristas, «el Estado no está en ninguna tregua» y seguirá persiguiendo a los terroristas hasta lograr su definitiva disolución «por las buenas, es decir, hasta que lleguen a la convicción de que se han de disolver, o por las malas, es decir, por la fuerza en el marco de la ley del Estado de Derecho».
Para el ministro del Interior, la disolución de ETA debe materializarse con un «anuncio público de esta decisión, el abandono de las armas y el desmantelamiento de las infraestructuras que mantienen en la clandestinidad». Desde luego no servirá, agregó, que un verificador internacional o varios se ofrezcan para comprobar la entrega de las armas ya que la Policía y la Guardia Civil tienen capacidad suficiente para verificar el desarme.
Nueva cárcel
Fernández Díaz se desplazó hasta Pamplona para inaugurar el nuevo centro penitenciario, que incluye una cárcel y un centro de reinserción social. La nueva penitenciaría de la capital navarra cuenta con 504 celdas en la cárcel y 51 habitaciones dobles en el centro de reinserción.
En total, ha supuesto una inversión de 115 millones de euros. Este centro sustituye a la vieja cárcel, situada en plena capital.