Nacionalización de la minería del carbón
Opinión Enrique Javier Díez Gutiérrez
Profesor de la ULE y Coordinador Federal del Área de Educación de Izquierda Unida
Parece que es en los medios de comunicación del extranjero donde podemos informarnos en estos días tanto de lo que está pasando en torno al rescate de la banca española como de lo que sucede en el conflicto de la minería española. Aquí lo que importa es el fútbol. De hecho la mayor parte de los medios nacionales informan del conflicto de una manera superficial o folclórica o bien simplemente lo ignoran, pues ya se sabe que lo que no se cuenta no existe.
Si los mineros se han echado a la calle es porque el Gobierno del PP está incumpliendo sus compromisos con el sector minero y se están violando los acuerdos del Plan del Carbón, pues quiere recortar 200 millones de euros que había comprometido para ejecutar el Plan del Carbón, cuya duración expira a finales de este año. Son ayudas directas al sector pero también de cara a reflotar las comarcas mineras si se reduce o termina suprimiendo la actividad minera.
Recordemos. El Estado ya ha inyectado 4.500 millones de euros a Bankia a través del FROB, cantidad a la que se sumarán 19.000 millones más. Europa ha rescatado a la banca española con 100.000 millones de euros. El sector minero demanda 200 millones de euros para evitar su desaparición. Insisto. En España hay dinero para Rato. Y no falta dinero para rescatar a la banca y al sistema financiero. Ahora no puede faltar dinero para salvar a las cuencas mineras.
Porque este incumplimiento del Plan perjudica gravemente a las comarcas y municipios mineros en todos sus aspectos, muy concretamente en el apartado de Infraestructuras y de ayudas a las empresas que decidan instalarse en las zonas y comarcas mineras, eliminando cualquier posibilidad de Reactivación de las Comarcas Mineras, tal y como estaba pactado.
Tenemos que reconocer el papel socio-económico que todavía desempeña la minería del carbón en las zonas y comarcas mineras, y apoyar decididamente las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras de la minería, de la ciudadanía que vive y quiere seguir viviendo en las comarcas afectadas.
En definitiva, creo que se debería exigir un nuevo Plan Nacional de Reserva Estratégica del Carbón 2013/2018 negociado con los grupos políticos y con los sindicatos de trabajadores y trabajadoras con un claro objetivo de dar una alternativa socioeconómica, en el marco del desarrollo sostenible, a las zonas y comarcas mineras que siguen viviendo con preocupación el cierre de las explotaciones mineras y reclaman su derecho a tener oportunidades de futuro que sólo puede venir con una clara apuesta por la diversificación económica y por la inclusión en el nuevo Plan Energético Nacional del papel que, en el desarrollo de las energías alternativas pueden jugar las zonas y comarcas mineras.
Pero con todo el dinero de nuestros impuestos que le llevamos dando a este sector lo que habría que hacer es nacionalizarlo y que el gasto público deje de tirarse en subvenciones a «empresarios» privados, que están utilizando a los mineros para sus fines y que están explotando unos recursos que son de todos, para seguir engrosando sus cuentas de beneficios a costa de las subvenciones. Recordemos que más del 80% de su producción proviene de explotaciones a cielo abierto que no generan pérdidas, por lo que en el conjunto de la actividad minera las ayudas son muy superiores a los resultados negativos. Si el carbón estuviera nacionalizado se invertiría directamente en sueldos para los mineros y en una reconversión efectiva y progresiva de estos puestos de trabajo, saliendo del monocultivo del carbón.
Si el Gobierno español, al igual que el portugués con Edp, el italiano con Enel ó el alemán con Eon, dispusiera de una empresa eléctrica estatal, como sucedía antes con Endesa, podría estar generando con carbón nacional y no existiría esta problemática. Pero recordemos, que estos dos partidos, PSOE y PP, cuando gobernaron, fueron quienes privatizaron Endesa (Aznar ha sido contratado por Endesa a razón de 200.000 euros año, ¡qué curioso!).
El problema añadido ha sido y es la falta de políticas de reindustrialización de la zona para las que tantas subvenciones se destinaron con los Planes del Carbón. Es sorprendente que en estas zonas mineras no se hayan podido crear otras empresas potentes. De esta forma los empresarios mineros parece que controlan prácticamente toda la mano de obra en sus empresas o en aquellas dependientes o relacionadas con ellas. Lo cual les pone a los trabajadores entre la espada y la pared defendiendo el único medio de vida al que se les ha condenado.
En resumen: reconocimiento del carbón como fuente energética estratégica, conservar el actual Plan del Carbón y redactar uno nuevo con criterios de sostenibilidad hasta 2018, auditar las cuentas de dicho Plan y tomar medidas en caso de fraude en su desarrollo y por último pero lo más importante: nacionalización del carbón, porque hasta la llegada de Rajoy al Gobierno la mayor amenaza para las comarcas mineras eran los empresarios privados que chantajean y se lucran sin escrúpulos del dinero público, utilizando a los trabajadores para sus propios intereses.
Las cuencas mineras se mueren y los culpables de esto tienen nombre y apellidos. Son a ellos a quienes les tenemos que pedir responsabilidades.