LEÓN LUCHA POR LA MINERÍA. JORNADA MULTITUDINARIA EN EL POZO
Largos paseos por la oscuridad para conservar la fuerza
La enfermera caminó por las galerías del pozo con los encerrados tras la revisión.
Las mujeres pintan sus manos de negro en la bocamina.
La huelga general en los pueblos mineros les dio una grata sorpresa a los siete de Santa Cruz. Como no hubo colegio, sus hijos se acercaron a la bocamina para hablar con sus padres y contarles cómo les va en las clases, las notas que ya les han dado de los exámenes de junio y las aventuras del día a día. Pertrechados como los niños de hoy, con sus consolas y videojuegos, los pequeños alargaron el fin de semana. La hija de Primitivo Basalo, Andrea, le contó a su padre que el jueves ya le dan las vacaciones y le llevó caramelos de un bautizo.
La enfermera bajó ayer para revisar la salud de José Araújo, Primitivo Basalo, José Antonio Pérez Molina, Víctor Manuel Almeida, José Pérez, Alfredo González y Segundo Porto. Tras comprobar que continúan bien de salud, se fue con los encerrados a dar un largo paseo por el interior de la mina, para evitar que los músculos se entumezcan y obligarles a hacer ejercicio físico. De vez en cuando, también juegan al mus a la espera de que el órdago del ministro de Industria se quede en un farol.
«Hablamos de los niños y de los políticos», explicó Ana Belén, mujer de Primitivo. Silvia Vilariño, esposa de José Pérez, recuerda que ya son muchos días y que entre ellas se animan. Aunque no se conocían mucho, las mujeres de los encerrados han hecho una piña fuera y luchan con la misma fuerza que ellos desde el exterior. Ahora se plantean hacer un llamamiento a la Princesa Letizia.