Un grupo de exaltados agrede a Riesco

En el momento en que los mineros descubrieron que el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, estaba tomando un café en una terraza, cambiaron el rumbo de su protesta que estaba fijado en el Ayuntamiento y se encaminaron hacia él. Cuando el alcalde vio que llegaba el piquete, se levantó con la mano extendida, dispuesto a estrechársela. Pero no pudo ser. Entonces comenzaron a increparle, insultarle y a lanzarle huevos. Algunos de los mineros levantaron varias sillas en plan amenazante y tres de ellas salieron volando por los aires. La policía tuvo que llevarse a Riesco al interior del bar, donde sí habló con los representantes sindicales, que en primera instancia le pidieron disculpas por la actuación de sus compañeros. «Esta es la imagen que queréis dar. Os pido por favor que esto no se vuelva a repetir», grito el presidente del comité de empresa de Santa Cruz a sus compañeros tras el encuentro en el interior del bar y antes de iniciar una recolecta para abonar al dueño los desperfectos.

«Los ánimos están muy exaltados, la situación es muy preocupante y en un momento así la ira puede hacer que se pierdan los papeles», señaló el alcalde ponferradino después de salir del bar en que estuvo custodiado por una decena de agentes de policía nacionales y locales. Por este motivo, aseguró: «Yo no voy a cambiar mi criterio y seguiré apoyando al sector. Ha sido un error. Comprendo lo que ha pasado, pero no lo entiendo». Riesco declaró que el enfrentamiento le pilló «por sorpresa», tras señalar que siempre ha estado comprometido con la minería y que lo ha demostrado con hechos y con palabras, «priorizando los intereses del territorio por encima de los de mi partido». Así volvió a considerar «un error absoluto» el planteamiento de Industria.

Lo que más dolió al alcalde, a pesar de recibir el golpe de una silla metálica en la pierna, fue que no le habían dado «la oportunidad de dialogar» y remarcó que la situación se debía «a la tensión acumulada» durante casi un mes de huelga.

El PP emitió ayer un comunicado en el que acusaron a los socialistas de la agresión al alcalde de Ponferrada. «Consideramos que el PSOE es el responsable político de la agresión a Carlos López Riesco y exigimos a su secretario provincial, Constantino Rodríguez, que sea igual de valiente ahora para salir a pedir disculpas por los insultos y amenazas al alcalde», señalaron. Desde el PP comarcal aseguraron que los socialistas «han alentado el conflicto» con «insultos y algaradas» y que en nada benefician al sector. Rodríguez tachó la actitud de los populares de «mezquina y corbade», dijo que el PSOE «rechaza la violencia» y culpó del conflicto «a Rajoy y al último alcalde, que no han dimitido cuando votaron ayer en el Senado en contra de las enmiendas que mantendrían viva la minería». El socialista aseguró que la solución «es fácil sin el PP da marcha atrás».