Diario de León

Lágrimas y aplausos en las cuencas mineras para despedir a los integrantes de la ‘Marcha por el Carbón'

Casi medio centenar de mineros parten desde Villablino y otros 15 desde Bembibre, con el fin de llegar a Madrid el 11 de julio y encontrarse allí con los compañeros asturianos y aragoneses

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S.Gallo/ ICAL

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Los integrantes de la tercera ‘Marcha Negra’ comenzaron a primera hora de esta mañana el recorrido de la primera de las 20 etapas que les llevará a Madrid el próximo 11 de julio para reclamar al Gobierno la continuidad y el futuro del sector de la minería. En Castilla y León, las marchas partieron de las localidades leonesas de Villablino y Bembibre, donde cientos de personas despidieron entre lágrimas y aplausos a los más de 60 miembros de la expedición.

En Villablino partió la marcha más multitudinaria, compuesta por casi medio centenar de mineros que este viernes llegarán a la localidad de Murias de Paredes después de 20 kilómetros de recorrido. Más largo será el trayecto en esta primera jornada para los mineros que comenzaron su andadura en Bembibre, que llegarán hoy a Tremor de Arriba después de casi 30 kilómetros. Estas dos marchas está previsto que se encuentren el próximo domingo en La Magdalena, desde donde continuarán el lunes hasta La Robla. En esta localidad, se reunirán con los procedentes de la cuenca norte de León y de Mieres (Asturias) para unirse en una única columna hasta Madrid.

En el recuerdo de esta nueva marcha de protesta, que en esta ocasión se ha denominado ‘Marcha por el carbón’, no podía faltar la primera ‘Marcha Negra’, de la que se han cumplido ya 20 años, y en tras la que se consiguió comenzar a negociar los planes del carbón. De manera paralela a esa protesta, ocho mineros permanecieron encerrados en el Pozo Calderón, de donde salieron al regreso de Madrid de sus compañeros.

Uno de los encerrados fue Guillermo Murias, que confió en que las medidas de protesta que se están llevando a cabo en la actualidad permitan cambiar la situación a pesar de la «intoxicación» que existe, y que se determinar un plan energético en el que «claramente» se diga el papel que jugará el carbón «si es que quieren que juegue alguno». Además, lamentó la «incongruencia» del ministro de Industria, José Manuel Soria, que por un lado dice estar dispuesto a negociar un nuevo plan «que también es necesario», pero previamente se «carga» el sector en 2012. A pesar de todo ello, y como aspecto «positivo» dos décadas después, Murias resaltó la «dignidad por pelear por sus puestos de trabajo» que tiene el sector y la «capacidad de respuesta» de las comarcas mineras.

Los componentes de la marcha comenzaron su caminar «con mucho ánimo» y confiados de que «no nos dejen terminar la marcha» porque se haya encontrado una solución previamente. Así lo esperaba Francisco, trabajador de la Hullera Vasco-Leonesa desde hace 15 años, que reconoció que el sector «no tiene futuro», sino que tiene «presente» que hay que vivir «día a día». En la misma línea se expresaba Miguel Ángel, trabajador de la misma empresa desde hace 14 años, que confió en que la situación se arregle y el Gobierno «dé marcha atrás» para que se pueda volver a trabajar, porque «la esperanza es lo último que se pierde», declaró.

También los sindicatos respaldaron un día más al sector en esta nueva iniciativa de protesta con la que se quiere que el ministro sea «consciente» de la situación que se está viviendo «y que no nos haga llegar a Madrid». De lo contrario, el responsable de Minería de UGT, José Manuel Álvarez Maestro, advirtió que ni las comarcas ni los mineros «van a cesar en su lucha», por lo que reclamaron que se convoque la Comisión de Seguimiento «lo antes posible» para buscar una solución a este conflicto.

Respaldo del PP

Uno de los miembros del PP más críticos con la postura del Gobierno en el conflicto minero ha sido el alcalde de Páramo del Sil, Ángel Calvo, quien insistió en que en este tipo de problemas las siglas «tienen que estar a un lado» y, por el contrario, defender «el municipio y la cuenca». Calvo dijo no tener «ninguna fé» en las reuniones que se están llevando a cabo y reclamó «hechos», al tiempo que denunció la demora en estos encuentros que consideró que tienen que llevarse a cabo «cuando la partido le quedan minutos para poder jugarlo». En cuanto a la solución a este conflicto, del que se ha superado el mes de duración, Calvo estimo que «por el bien del sector y la salud de las personas encerradas bajo tierra» deberá solucionarse «ya», de hecho expresó su deseo de que la marcha no llegue a Madrid «con el problema sin solucionar». Además, reiteró que la fecha de caducidad del carbón «no ha llegado» aunque «alguien la haya querido anticipar» y recordó que lo que hay que hacer es «cumplir lo pactado» y evitar las «contradicciones» en las que está cayendo el ministro de Industria, José Manuel Soria.

Emotividad en las cuencas

El inicio de las marchas mineras estuvo cargado por gran emotividad en el ambiente, con localidades totalmente volcadas con los mineros y con el sector. En Villablino, Héctor, hijo de minero, leyó desde el balcón del Ayuntamiento un manifiesto en el que recordó a los mineros que hace 20 años, como hoy, se dirigieron a Madrid para exigir una solución a un problema «que no hemos creado». Igualmente, se hizo un llamamiento al Gobierno que pretende «llevar a las cuencas mineras y a sus familias a la más absoluta de las miserias» para que tenga en cuenta a las personas y a los pueblos y «no sólo las cuentas de resultados», motivo por el que el ministro de Industria «no quiere escuchar ni negociar».

Sin embargo, se recordó que los mineros y sus familias no son «simples números rojos», sino que «de rojo tenemos el corazón y la sangre que muchos familiares han dejado en el negro de la mina», al tiempo que se advirtió que «no nos van a doblegar» hasta que se alcance una solución que pasa únicamente por cumplir «los compromisos alcanzados». Con un «fuerza y a por todas», la lectura del manifiesto dio paso al inicio de la marcha, en la que también la alcaldesa de Villablino, Ana Luisa Durán, envió un mensaje de ánimo y de respaldo tanto a los mineros como a sus familias.

Con el cántico del ‘Santa Bárbara’ a cargo de la Coral de Laciana, acompañado por los cientos de vecinos que se dieron cita frente al Ayuntamiento de Villablino, cargado de emotividad y de llantos por parte de las familias y vecinos, se dio inicio a la marcha minera, que partió de la capital lacianiega a las 10.20 horas y que este viernes realizará la primera de las 20 jornadas de camino hacia Madrid.

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