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Rock manchego para el pozo

Una enfermera certificó el buen estado de los encerrados.

La imagen recoge el momento en el que ayer le bajaron el desayuno a los siete mineros encerrados en Santa Cruz.

Publicado por
M. Félix | santa Cruz del sil
León

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Los 45 días de encierro de los siete de Santa Cruz se hacen cuesta arriba, pero siempre pasa algo que rompe la monotonía y acrecienta el ánimo. Ayer tocó ración de rock. Un grupo de jóvenes de Toledo, Tubulto, regalaron a los mineros encerrados unas camisetas y un cedé con su música. Les comunicaron que, cuando quiera y si alguien organiza un festival de música, ellos estarán en el Bierzo con su grupo colaborando con la causa. Dicen ser conocedores de que esta movilización entraña también gastos, sobre todo por la duración en el tiempo de tantos días intentando doblegar la voluntad del Gobierno para que se cumpla lo pactado para este año en el Plan del Carbón. Y por eso, el festival podría venir bien para recaudar fondos.

Blanca Fernández, la esposa del minero encerrado Alfredo González Carro, decía ayer que el hijo más pequeño de ambos, el de 7 años, comienza a impacientarse. No entiende el paso de tantos días sin ver a su padre. «Empieza a estar enfadado», comenta Blanca, tras comunicarle ayer a su marido por el telefonillo que el pequeño se ha ido unos días con unos familiares. Quien sí lo entiende mejor es el otro hermano, el de 12 años. «El mayor entiende la lucha y está muy orgulloso de su padre», zanja la mujer.

Otra de las pequeñas historias del día a día de este encierro minero en el pozo de Santa Cruz pasó por el reconocimiento médico de los miércoles. A primera hora de la mañana una enfermera bajó a verlos y realizó el habitual chequeo. Y el resultado, —después de tantos días sin ver el sol, con luz artificial y también aire de interior—, es que se encuentran bien de salud. Psicológicamente también están fuertes. Los ánimos que le llegan del exterior es buena parte de la vitamina del día a día y del tedio cotidiano de tantas horas. Para entenderlo sólo hay que ponerse en su lugar. Allí abajo, en el pozo, no tienen Internet, ni radio, ni televisión. Sólo el periódico, revistas y lo que le cuentan.

Las mujeres de los encerrados también han querido lanzar un mensaje de ánimo a los mineros que participan en el piquete. Dicen que su labor es tan loable como la de los encerrados.

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