Gallardón renuncia a imponer el sistema de elección del Consejo

El Gobierno ha decidido flexibilizar su postura en la reforma del Poder Judicial y está dispuesto a abrir una negociación con los grupos parlamentarios para determinar cuál es el sistema de elección de los vocales del Consejo que reúne un mayor consenso, según aseguró ayer Alberto Ruiz-Gallardón.

Su declaración denota un cambio de actitud. Hasta el momento había dejado claro que la reforma variaría de manera radical la fórmula de designación, según rezaba en las promesas electorales del PP. Para disgusto del PSOE y de la mayoría de los partidos, el ministro de Justicia pretendía volver al sistema anterior a 1985, por el que la propia carrera judicial elegiría a 12 de los 20 vocales de la institución y el Congreso y el Senado, a mitades, completarían la lista de electos con ocho juristas de reconocida competencia y más de 15 años de experiencia profesional.

El modelo actual designa a los 20 vocales a través del Parlamento, los ocho juristas a propuesta de los partidos y los doce magistrados de entre los 36 nombres que propone la carrera. La mayoría absoluta que tiene el PP le permitiría imponer su criterio, pero Gallardón dijo que va a tratar de llegar a un pacto con la oposición. Justificó su cambio de postura para realizar una reforma legal que perdure —en caso de desacuerdo podría ser alterada en cuanto los populares perdiesen la mayoría— y porque no quiere aumentar la crispación en la institución después del desgaste sufrido por el caso Dívar.