Las autonomías, entre la cautela y el temor
Entre la cautela y el temor por nuevos sacrificios y recortes e, incluso, el rechazo, las comunidades autónomas están expectantes por conocer los nuevos ajustes anunciados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y corroborados por otros miembros del Ejecutivo durante esta semana.
El pasado 2 de julio, Rajoy reclamó a las comunidades autónomas un «mayor esfuerzo» y anunció nuevas medidas económicas para los próximos meses. Aunque muchos de los responsables autonómicos han eludido esta cuestión, principalmente los del PP que, en todo caso, estiman que son imposiciones de Bruselas, otros han expresado la imposibilidad de hacer más recortes.
Reacciones
Ese llamamiento a apretarse aún más el cinturón ha soliviantado a Cataluña: el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, recetó una «cura de adelgazamiento» al Ejecutivo central.
El consejero andaluz de Economía, Antonio Ávila, pidió a Rajoy concreciones y se preguntó por qué se ha dirigido expresamente a las comunidades autónomas, cuando éstas acumulan tres puntos de déficit frente a los cinco de la Administración central.
Para el consejero de Presidencia de Asturias, Guillermo Martínez, también tienen que concretarse más los ajustes. Paulino Rivero, presidente de Canarias, entiende que si a las autonomías se les pide un «mayor esfuerzo» las van a asfixiar y pide equidad a la hora de hacer sacrificios.
La portavoz del Ejecutivo vasco, Idoia Mendía, pidió a Rajoy que no actúe con precipitación a la hora de pedir más esfuerzos. Incluso, el lehendakari, Patxi López, acusó al Gobierno central de invadir el autogobierno al tratar de implantar en Euskadi los ajustes en sanidad y educación, y le instó a decidir entre «presupuestos saneados o imposición de recortes».
La Generalitat Valenciana cumplirá «con lo que el Estado diga a rajatabla y con toda lealtad», dijo el consejero de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela.
Para la Comunidad de Madrid es «ineludible» que el conjunto de las administraciones públicas cumpla con el objetivo de estabilidad presupuestaria en el 2012 y se refirió a los ajustes adicionales que ha tenido que hacer, sin descartar prestar los servicios públicos de una manera más eficaz en el futuro.
Por su parte, Castilla y León no se ha expresado al respecto.