Diario de León

La presentación del anteproyecto de ley se convierte en un debate sobre la equidad

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, antes del inicio de la Conferencia Sectorial de Educación.

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, antes del inicio de la Conferencia Sectorial de Educación.

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Agencias | Madrid
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La reforma de la educación propició ayer un extenso debate entre el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y las comunidades autónomas sobre los principales puntos del anteproyecto de la nueva ley. Wert declaró sentirse satisfecho con la reunión y confiado en conseguir los acuerdos que la saquen adelante. También aclaró que esta reunión es un punto de partida y que se volverán a juntar en una próxima Conferencia Sectorial. «Una amplia mayoría de las comunidades están de acuerdo, y otras en desacuerdo, pero todas hemos reconocido un acuerdo en la metodología del diálogo», aclaró el ministro a la salida de la maratoniana reunión.

Wert detalló los principales puntos de la reforma, entre los que destacan la implantación de las reválidas en sexto de Primaria, cuarto de ESO y segundo de Bachillerato, y que resultó uno de los puntos más polémicos en el debate con las autonomías. Según el ministro, «no se puede mejorar lo que no se puede medir», y esta medida tendría una dimensión «micro», que serviría de información a los alumnos y sus familias, y otra «macro», que arrojaría datos sobre el estado de la educación en España. Por otra parte, la prueba de segundo de Bachillerato sustituiría a la actual PAU o Selectividad y las universidades podrían hacer pruebas alternativas.

El ministro aclaró que estas pruebas son evaluaciones externas estandarizadas, «no reválidas», que pueden tener connotaciones al pasado cuyo concepto está «muy lejano a esa referencia». Otro de los puntos más conflictivos es la elección por parte del alumno ya desde tercero de ESO (14 años) de su itinerario futuro, y si opta por ciclos de Formación Profesional o por el Bachillerato. País Vasco, Cataluña y Andalucía expusieron su desacuerdo, argumentando que esta medida podría fomentar la segregación. «No parto de la base de que los estudiantes son incapaces, tontos o vagos», contestó Wert, además apuntó que la implantación de este sistema en otros países ha dado como resultado menor abandono escolar. Wert afirmó que el abandono escolar debido a la rigidez del sistema «es el mayor ataque a la equidad».

La consejera andaluza de Educación, Mar Moreno, consideró que la propuesta de reforma de la enseñanza no universitaria es una «involución», una «marcha atrás tremenda» en la calidad y la equidad del sistema educativo.

Por su parte, el vicepresidente y consejero de Educación de Canarias, José Miguel Pérez, solicitó al ministerio un esfuerzo para llegar a acuerdos sobre la futura ley. Pérez mostró su considerable preocupación por lo que conocía del proyecto antes de la reunión y que afectará, a su juicio, a la igualdad de oportunidades, al plantear «que los alumnos van a ser segregados desde edades tempranas por razones de origen económico».

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