El presidente del Constitucional pide que no se «descalifique» la institución
A Pascual Sala, presidente del Tribunal Constitucional, se le quedaron muy grabadas las duras críticas políticas que recibió la institución por acordar la legalización de Sortu, el pasado 20 de junio. Tan metidas tenía en la cabeza estas «descalificaciones» que ayer aprovechó la toma de posesión de los cuatro nuevos magistrados para hacer una mención expresa a aquel episodio y advertir del «grave daño» que sufre este órgano «insustituible» si se le «descalifica o menosprecia» con criterios políticos, no jurídicos.
Se refería Pascual Sala, de forma velada, a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, que tras conocer la «vergonzosa» sentencia sobre Sortu llegó a plantear la eliminación del Constitucional. «Ha llegado el momento de plantearse muy seriamente por qué tiene que haber un tribunal nutrido por político, que se llaman magistrados pero no lo son y, si hay que hacer recortes, a lo mejor debemos pensar que el Constitucional sea una sala del Supremo», afirmó.
Un mes después de aquello, Sala le contestó ayer a Aguirre con una cerrada defensa del máximo intérprete de la Carta Magna. «El Constitucional no es un Tribunal político, politizado ni integrado por políticos, dicho sea con el mayor respeto hacia la nobleza de la política como profesión en tanto que dirigida a la satisfacción del interés general», contestó. El presidente aprovechó la toma de posesión de los cuatro nombrados por el Congreso, para llamar la atención al Gobierno y al Parlamento para que cumplan con los plazos marcados por la Constitución en la renovación del alto tribunal.