El PNV acusa al Ejecutivo de querer dar un pucherazo con los ‘exiliados’
El Gobierno y el Partido Popular están dispuestos a discutir «matices» para contar con el mayor consenso en el Parlamento, pero no van a renunciar a la «esencia» de la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General que dará luz verde a que los vascos y navarros que abandonaron sus comunidades por la amenaza del terrorismo puedan volver a votar en Euskadi y en la comunidad foral. En el Ejecutivo y en el grupo popular no hay prisa, porque la intención no es llegar a los próximos comicios vascos, pero tampoco quieren que el tema se pierda en «debates estériles» porque quieren que el texto esté en vigor dentro de un año, como máximo.
La idea de Interior y de los populares es que los contactos con el resto de partidos con representación parlamentaria no se demoren y empiecen a la vuelta de las vacaciones. El Gobierno, que apenas unas horas después de recibir el miércoles el informe favorable a la reforma del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC) se lo entregó a los grupos y a los gobiernos de Pamplona y Vitoria, se ha fijado como objetivo primordial obtener el apoyo del PSOE. Aunque oficialmente, como dijo el titular de Interior, Jorge Fernández, el Ejecutivo también quiere pactar la reforma con el PNV, en Moncloa y en Génova consideran «prácticamente imposible» conseguir el respaldo nacionalista sin «adulterar» el proyecto.
Las voces discrepantes socialistas con el proyecto vinieron desde Euskadi. El secretario general del PSE de Alava, llegó apuntar que el Ejecutivo con esta iniciativa solo pretende «provocar polémica», al tiempo que busca «publicidad y autobombo».
Ni en Moncloa ni en Interior sorprendieron las reticencias del PSE ni las críticas del PNV. En el Gobierno aseguran ser «extremadamente pesimistas» sobre la posibilidad de un pacto con los nacionalistas, máxime después de escuchar a su portavoz en la cámara baja, Josu Erkoreka, quien aseguró que la reforma «no es pertinente» porque la «presión» de la amenaza terrorista «ya no existe».
Erkoreka explicó que en la actualidad es «posible» vivir y «votar libremente» en el País Vasco y arremetió contra el proyecto de Interior por su falta de «garantías». Según el diputado, el texto abre las puertas a «manipulaciones fraudulentas».