Torres-Dulce ve la reforma «precipitada» y critica la «no perspectiva de consenso»
El fiscal general del Estado mostró por primera vez su oposición a un movimiento del Gobierno. Eduardo Torres-Dulce aseguró ayer que la reforma aprobada ayer en el Consejo de Ministros le parece «precipitada» y dijo esperar que la modificación del Código Penal a necesidades «perentorias» como la búsqueda «coyuntural de titulares». Torres-Dulce expresó también el deseo de que no sea un instrumento para resolver conflictos sociales «patológicos».
El máximo responsable del Ministerio Público no ocultó su disgusto por el hecho de que el Ejecutivo no haya consultado ni con los jueces ni con los fiscales ni con procuradores ni académicos universitarios las modificaciones previstas, aunque el Gobierno sí que ha contado con el informe preceptivo del Consejo General del Poder Judicial.
Para Torres-Dulce hubiera sido preferible haber abordado esta nueva reforma del Código Penal «tras una detenida reflexión» y con «una perspectiva de consenso», por lo que insistió en preguntarse si estas modificaciones no obedecen en realidad a «necesidades sociales perentorias». «No hay que olvidar que la administración y los poderes públicos deben resolver los problemas de convivencia y que solo cuando éstos son una enfermedad social deben tener su reflejo en el Código Penal», apuntó el máximo responsable de la acusación pública.