CÁMPING
La ocupación también baja en lo que va de verano pese a ser la opción más barata
Pese a ser la forma más barata de disfrutar de las vacaciones, la situación del sector del cámping en la provincia tampoco es muy esperanzadora. La mayoría de campamentos de turismo confirman no pasar del 50% de ocupación en lo que va de mes, aunque se prevé que en agosto mejore la situación y se alcance una demanda similar a la del verano pasado.
León cuenta con 36 cámpings repartidos por todo el territorio con una oferta total de 9.409 plazas, situándose como la provincia de Castilla y León con mayor número de establecimientos y de plazas, según datos de la Junta.
Desde el sector campista se apuntan sobre todo dos motivos de decaimiento, por un lado la poca disponibilidad económica de las familias españolas debido a la crisis, y, por otro, las condiciones climatológicas que son fundamentales para este tipo de alojamientos.
El tipo de turistas que utilizan los servicios de estos establecimientos en la provincia son sobre todo familias, aunque se pueden hacer distinciones por zonas. Desde el cámping Ciudad de León, situado en Golpejar de la Sobarriba a escasos minutos de la capital, aseguran que «León es una ciudad de paso y la estancia media es de uno o dos días».
Los peregrinos son otro de los colectivos que utilizan este tipo de servicios, sobre todo en los cámpings situados en pleno Camino de Santiago y en la comarca berciana. En el de Villafranca del Bierzo afirman que la mayoría de clientes son peregrinos extranjeros y que «en lo que llevamos de verano el cámping está medio vacío» y añaden que «los pocos que vienen traen el bolsillo vacío y no consumen».
Otro de los puntos fuertes del sector es la clientela fija que salva la temporada a muchos negocios. El responsable del cámping El Soto, de Boñar, confía en tener una ocupación similar a la del año pasado gracias a las familias que veranean de forma fija en la localidad. Este tipo de clientela también mantiene la ocupación parecida a la del 2011 en el cámping Pico Verde de Valencia de Don Juan, desde donde manifiestan tener familias «que se quedan durante todo el verano».
Ambos establecimientos agradecen también el turismo de fin de semana, sobre todo, gente joven que se aloja en tiendas de campaña y que buscan turismo de noche en las localidades.
Los fines de semana de julio y agosto son la principal esperanza para los cámpings de la provincia, que confían en llegar a las cifras de ocupación del año pasado.
Los lugares de procedencia de los turistas que se alojan en estas instalaciones vienen sobre todo de la propia Castilla y León, de comunidades limítrofes y del extranjero, en el caso de que el cámping se encuentre en el Camino de Santiago. Predomina la población asturiana, en el cámping coyantino, por ejemplo, confirman que alrededor del 80% de clientes son del Principado.
El gerente de Asecal, Asociación de Cámpings de Castilla y León, Raúl Vaquero, subraya que la situación del cámping de la Comunidad ha empeorado durante los cinco primeros meses del año, aunque se prevé que la temporada de verano mejore la situación con la afluencia de turistas nacionales. Los asociados comentan que «la demanda es similar a la del 2011, pero está bajando la ocupación de bungalós y las reservas, si bien al final aparecen a última hora».