Diario de León

José Valín | presidente de la confederación hidrográfica del duero

«Si los regantes estuvieran modernizados, a León nunca le faltaría una gota de agua»

Desde que llegó a la CHD hace casi cinco meses, este ingeniero de Caminos, Canales y Puertos ha dejado claras sus prioridades: completar la escasa regulación de algunos cauces y construir, a largo plazo, embalses plurianuales. Y es que asegura que con los 12.500 hectómetros cúbicos que aporta el Duero, la Comunidad debería «tener agua de sobra», incluso en época de sequía.

El presidente de la CHD, José Valín, en su despacho durante la entrevista.

El presidente de la CHD, José Valín, en su despacho durante la entrevista.

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piluca burgoscorresponsal valladolid
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Para el presidente de la CHD, José Valín, invertir en la modernización de los regantes es más que una apuesta segura, aunque reconoce que en estos tiempos de crisis no habrá grandes envites. Por el momento, se ha marcado como objetivo distintas regulaciones en el Órbigo, el Carrión (Palencia), el Eresma (Segovia) y el Arlanzón (Burgos). Y como reflexión: la necesidad de contar con embalses plurianuales que permitan dar esquinazo a las sequías.

—¿Si Castilla y León contase con embalses hiperanuales no tendría que preocuparse por la falta de precipitaciones?

—No, porque son embalses que almacenan agua en los años que llueve mucho y, luego, la van soltando a medida que se necesita. En el Duero no tenemos y confiando que los años sean regulares, pero cuando viene uno muy seco como el de este año hay problemas. El Duero tiene 2.700 hectómetros cúbicos de almacenamiento en los embalses de Castilla y León, y el Guadalquivir 8.000, porque se ha invertido en este tipo de embalses. Mientras ellos pueden aguantar dos años, el Duero apenas tiene para acabar esta campaña.

—De todos modos, ¿el tiempo se ha vuelto loco?

—Antes el río Duero tenía un caudal bastante regular y seguro, pero en los últimos 30 años ha evolucionado bastante. Las lluvias han disminuido un 9% y el caudal natural un 18%, pero en algunas zonas llaga hasta el 25%.

—Es decir, ¿tenemos menos agua?

—Sí, y la Oficina de Cambio Climático nos advierte de que disminuirá un 6% más hasta 2017. En los últimos dos años no hemos podido cumplir el convenio de Albufeira, que tenemos firmado con Portugal, sobre los caudales que debemos soltar a la zona fronteriza. Este año van a tener el caudal más bajo que se recuerda.

—Los datos señalan la necesidad de embalses plurianuales...

—Los hechos nos están diciendo: señores, la regulación del Duero es insuficiente y es responsabilidad fundamental de la CHD y de quien está al frente de este organismo. Primero hay que plantear la planificación donde procede y, segundo, concienciar a la sociedad, generalmente opuesta a la construcción de embalses, de esa necesidad.

—¿Castilla y León es más reticente que otras comunidades?

—Es curioso que en este territorio no se hayan construido embalses por cuestiones medioambientales, pero en algunos otros territorios no ha habido ningún problema, porque la sociedad ha visto con más cariño las actuaciones que aquí.

—¿Falta cultura del agua?

—O falta o es que no la han sentido como necesaria porque se pensaba que había agua más que suficiente. En estos momentos tenemos problemas en bastantes zonas y en algunas muy graves.

—Y, ¿hay disponibilidad económica para estas inversiones plurianuales?

—No, no corresponden a estos momentos.

—Entonces, ¿en qué gastará su presupuesto la CHD?

—Las actuaciones en el embalse de Omaña de León, el de Vidrieros en el Carrión, el de Bernardos en el Eresma de Segovia y el de Castrovido en el Arlanzón de Burgos no se han realizado por razones de impacto ambiental, pero no se han planteado alternativas y hay que incluirlas en el nuevo Plan Hidrológico. En el siguiente periodo de planificación en 2015, es el turno de repensarse muy bien el futuro de la regulación del Duero y la necesidad de una mayor plurianualidad.

—La regulación del Órbigo es una asignatura pendiente en León.

—En la planificación antigua estaba considerado el embalse de Omaña como un embalse fundamental para el Órbigo, porque el de barrios de Luna no tiene capacidad suficiente. Su evaluación medioambiental no resultó positiva y en la planificación posterior se incluyen actuaciones alternativas.

—¿Qué tipo de actuaciones?

—Creemos que existen dos que deben introducirse de forma urgente en el Plan Hidrológico del Duero: dos presas relativamente pequeñas en los arroyos de La Rial y Los Morales, cerca de Carrizo, que en conjunto tendrán una capacidad de 30 hectómetros cúbicos. También hemos planteado otras soluciones como unas balsas dentro de la zona regable e, incluso, utilizar aguas de Omaña, sin presa, para que fueran transferidas al embalse de Luna.

—¿Cuándo se aprobará el Plan Hidrológico del Duero y cuándo comenzará a construirse estas presas?

—A finales de este año o principios del que viene. Hay que hacer la evaluación medioambiental, el proyecto, las expropiaciones y contratar las obras… Lo que se dilatará a lo largo de unos años su construcción.

—De todos los pasos, ¿cuál suele dilatar más el arranque de las obras?

—La evaluación medioambiental lo retrasa mucho y hay que tratar de acortarlo. No puede ser que una tramitación así dure dos años, porque es excesivo. También las expropiaciones...

—¿La situación económica podría retrasarlo?

—Por supuesto, por eso es importante que la ciudadanía entienda que en un territorio la disponibilidad del agua es de una prioridad fundamental, tan importante o más que disponer de una autopista o un AVE. Un territorio sin agua es un desierto y un territorio sin regulación, en un mundo con problemas climáticos, tendrá muchos problemas en el futuro.

—¿Los regantes hubieran tenido suficiente agua con las lluvias de este año si estuviesen modernizados?

—Sin lugar a dudas y eso que en León se ha modernizado bastante, pero en el páramo Bajo y en algunas comunidades de regantes del Páramo Alto, pero falta bastante por modernizar a pesar de las importantes inversiones realizadas. A León nunca le faltaría una gota de agua, si los regantes estuvieran modernizados.

—Precisamente, usted llega a la presidencia de la CHD durante una de las peores sequías vividas en Castilla y León. Riaño pudo atender la falta de agua en el Carrión, porque después de 25 años Payuelos no está terminado. Es para patalear...

—Cuando se adopta una postura así es porque siempre hay un fondo de realidad. El embalse de Riaño se hizo para regar 80.000 hectáreas, ahora se riegan en León algo más del 60%, porque faltan de desarrollarse una parte de los regadíos de Payuelos. La postura es absolutamente lógica. Al mismo tiempo por razones medioambientales no se desarrolló los embalses en Omaña y en Vidrieros y se dispuso como solución temporal dos canales que transfieren agua de Riaño al Páramo Bajo y otro a Palencia.

—¿Cuándo estará terminado Payuelos?

—No depende exclusivamente de este organismo, porque en el desarrollo de los regadíos, la CHD interviene para hacer la fase de los grandes canales y la otra le corresponde a la administración agraria, tanto la central como la autonómica.

—¿Habrá agua suficiente para abastecer al Carrión, el Paramo Bajo y Payuelos cuando todo esté operativo?

—No. Por eso son necesarias las regulaciones en el Carrión, para asegurar que haya agua y que el canal que nace en Riaño se utilice de forma esporádica, pero no de forma habitual. Está claro que llegará un momento en el que Riaño no será suficiente. Hay que actuar con criterio estratégico y pensando que Payuelos se va a desarrollar.

—¿Habrá dinero para su desarrollo?

—Los trabajos que ahora lleva a cabo la CHD mantienen su inversión, pero lo importante es regular el Carrión para que no falte agua cuando los trabajos en Riaño hayan finalizado.

—Y, ¿para cuándo está prevista esa regulación?

—Igual que el Órbigo, entra en la planificación de este año, pero hay que esperar a las evaluaciones medioambientales y a la posibilidad presupuestaria.

—Entonces, ¿se acabarán los transvases al Carrión?

—Los leoneses nunca han sido insolidarios, pero demandan los suyo. Ante la guerra del agua hay que hacer políticas hidráulicas que den soluciones. Cuanto más agua tenga Carrión menos pedirá a Riaño y cuanto más tenga el Órbigo, menores serán las necesidades del Páramo Bajo, que están en estos momentos muy bien atendidas pero provisionalmente.

—Las Cortes instaron a la Junta a realizar una campaña de información y sensibilización sobre la necesidad de modernización. Una tarea difícil cuando nunca ha faltado agua potable

—Efectivamente. Por supuesto, por eso es. El Duero tiene unas aportaciones naturales de 12.000 hectómetros cúbicos en el territorio de Castilla y León y consume 3.000. En este periodo de sequía no podrá soltar más que 3.000 a Portugal, un dato que indica la gravedad de la situación.

—Si la Comunidad tuviese una regulación adecuada tendría agua de sobra.

—Sí, claro. El Duero tiene unas aportaciones medias naturales de 12.500 hectómetros cúbicos de agua y cada hectómetro equivale a un estadio de fútbol lleno de agua. Riaño tiene 600 y todos los embalses del Duero tienen 2.770 hectómetros cúbicos y todo el consumo está en algo más de 3.000 hectómetros.

—Es decir, nos tendría que sobrar...

—Pues normalmente se da a Portugal unos 9.000, pero un año tan seco como este a Portugal le podremos verter del orden de 3.000, lo que implica no cumplir con el convenio de Albufeira que está en el orden de 3.500. Algo que solucionaríamos con una regulación hiperanual.

—¿En qué zonas sería aconsejable una regulación plurianual?

—Donde tenemos más problemas es en el Carrión, Órbigo y Bajo Duero. Y este año en concreto los que peor están son el Tuerto y el Pisuerga Bajo Duero, que está al límite.

—La puesta en marcha del embalse de Villagatón también podría ayudar...

—La cuestión es que Villagatón se construyó no para complementar los riegos del río Tuerto que se alimenta de Villameca, sino que la Junta lo construyó para regar 840 hectáreas repartidas en los pueblos de Villagatón, Requejo, Coruso y Magaz de Cepeda, todos ellos cercanos al río Porcos,. Finalmente no hubo acuerdo y no se llegó a constituir la comunidad de regantes. Además, el municipio de Villagatón no llegó a pagar los terrenos del vaso del embalse que expropió, aunque aprobó un documento de disponibilidad de los terrenos.

—¿Se ha puesto de acuerdo con la Consejería de Agricultura para intentar que la CHD explote el pantano?

—Sí, lo primero es conocer quién va a utilizar el agua del río. Así, hemos propuesto que se rieguen 300 y pico hectáreas en los municipios ribereños del río Porcos de Villagatón y el resto, unas 500 y pico, para complementar los regadíos del río Tuerto, que siempre tienen escasez de agua.

—¿Cuánto costará a los regantes disfrutar del agua de Villagatón?

—Los costes se repartirán de modo proporcional a su uso y vendrían a pagar del orden de 78 euros por hectárea. Los de Villagatón vienen pagando entre 60 y 70 y los del Tuerto ahora no pagan nada. Los prioritarios son los regantes del río Porcos , a quienes hemos pedido que concreten el número de hectáreas en septiembre.

—¿Cuándo se hará cargo del embalse la CHD?

—Cuando estén perfectamente asentadas las concesiones de unos y de otros, del Porcos y el Tuerto.

—Barrios de Luna también está sufriendo la sequía. No han podido llevar a cabo el quinto riego de la temporada.

—Tenemos un mecanismo de administración del agua que consiste en que cada zona hay una junta de explotación, donde se adoptan las decisiones de acuerdo con las comunidades de regantes. Lo que se ha hecho es cumplir con lo acordado en las juntas de explotación.

—Es una planificación adecuada a la demanda

—Uno de los problemas más graves que tiene el Órbigo es que los sistemas de regadío son poco modernizados y la demanda es muy difícil de cumplir. Se ha administrado de acuerdo con la disponibilidad y precisión que ellos nos dijeron, luego como se reparten el agua dentro de las comunidades de regantes ya no es cosa nuestra.

—Otra de las obras pendientes es la estación depuradora de aguas residuales de La Bañeza.

—Queremos contratar las obras este año y el periodo de ejecución es de dos años.

—¿La rehabilitación de riberas ha pasado a un segundo plano con la crisis?

—En estos momentos estas inversiones no son la prioridad, las hemos orientado al plan de calidad de las aguas por los expedientes de penalización europeos que tiene España. Por eso limitamos nuestras actuaciones en riberas a las que obedecen a razones de estabilización. En estos momentos estamos realizando una actuación en Sahagún.

—Las actuaciones previstas en la Ribera de Villaquilambre, entonces, ya no están en mente... Ni las de Torio...

—No, pero de aquí al año 2015 puede que hagamos alguna cuando la capacidad presupuestaria nos lo permita.

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