Nueva concentración a la puerta de la Diputación en apoyo a los encerrados
Un grupo de mineros se concentró ayer a las puertas de la Diputación, como suele ser habitual desde que se inició el conflicto, si bien en esta ocasión coincidió con la celebración de un pleno en la institución.
Esa sesión plenaria hizo que la fachada principal del palacio de los Guzmanes apareciera protegida con vallas que impedían el acceso al edificio salvo por uno de los lados, donde la agentes de la Policía controlaban el paso de personas.
El despliegue policial fue en todo momento muy discreto, con apenas dos coches en las inmediaciones de la sede de la institución y la concentración transcurrió en todo momento de forma pacífica, solo interrumpida por el lanzamiento de algún petardo.
Los mineros se trasladaron posteriormente a la ventana que da a la Calle Ancha para visitar a los encerrados, que cumplen ya casi dos meses.
Tanto los concentrados como los encerrados se dieron ánimos para mantener viva la llama de la reivindicación, que consideran «más que justa».
La protesta duró cerca de dos horas, entre las 11 y las 13 horas y se disolvió de forma pacífica, sin ningún incidente.
En esta ocasión, la protesta fue menos numerosa que en otras ocasiones a la espera de lo que se decida hoy en Madrid.
En la concentración estuvieron presentes mineros de varias cuencas mineras de la provincia, muchos de ellos con las camisetas negras que ya se han convertido en símbolo de su lucha contra los recortes.