Estados Unidos alertó a España del riesgo de secuestro de los cooperantes
La región del Sahel, el nuevo ‘Afganistán africano’, como definen los expertos en seguridad y defensa, es un «grave problema» para la seguridad de España por tratarse del «patio trasero» de Europa. Con esta crudeza transmitió su «preocupación» el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panneta, a su homólogo español Pedro Morenés durante la reunión bilateral celebrada en el Pentágono la pasada semana, según fuentes gubernamentales.
Panneta hizo esta introducción a Morenés sobre el Sahel, un cinturón de más de 1.000 kilómetros de ancho que atraviesa el continente africano del Océano Atlántico al Mar Rojo, por la creciente inestabilidad en el norte de Malí y la presencia activa de grupos terroristas islamistas, entre ellos la sucursal de Al Qaeda en el Magreb Islámico.
El secretario de Defensa consideró una mala noticia la proclamación del nuevo estado islámico de Azaward, al norte de Malí, donde se aplica a rajatabla las leyes integristas islámicas (sharia), y puso como ejemplo la paulatina extensión de la inseguridad a los territorios saharauis ocupados y a los campamentos argelinos de Tinduf.
«Motivos fundados»
Unos campos de refugiados, precisamente, que están de plena actualidad tras la liberación de los dos cooperantes españoles y una italiana el pasado 18 de julio, después de nueve meses de cautiverio, y la posterior decisión del Ministerio de Exteriores de repatriar al personal civil español porque había «motivos fundados» para sospechar de un ataque terrorista procedente del norte de Malí, secuestro de extranjeros incluido, según explicó el ministro José Manuel García Margallo.
Con este panorama, Panneta conminó a Morenés a apoyar la operación militar que tiene previsto desplegar en Malí la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao), formada por 15 países de la región, entre ellos Costa de Marfil, Burkina Faso, Nigeria o Senegal.
Después de dos meses de «evaluación técnica», el comité de Estado Mayor de la Defensa de la Cedeao tienen previsto anunciar el 9 de agosto el envío de 3.000 militares al país «para ayudar a restaurar el orden constitucional» tras el golpe de estado del pasado 22 de marzo.
Esta propuesta estadounidense fue tratada el lunes en Berlín por el ministro Morenés y su homólogo alemán, Thomas de Maiziére, en una reunión bilateral. Ambos vieron con buenos ojos un apoyo logístico a la misión africana, aunque su empeño sería que la Unión Europea coordinase la ayuda.
«Cualquier intervención de España no será inmediata ni unilateral, y la intención es hacer frente a la creciente inestabilidad de la zona de la forma más multilateral posible», señaló Morenés tras concluir la cita con De Maiziére.