Los pozos son ahora más profundos

Aunque los pantanos leoneses no dan todavía una imagen de sequía extrema —peor en Villameca que en Riaño, donde ayer ya era posible meter el coche hasta el mismo vaso del embalse—, la situación en el subsuelo se complica por años. Varias empresas dedicadas a la realización de sondeos y perforaciones consultadas por este periódico coinciden en que, en un periodo de veinte o treinta años, la dificultad para encontrar agua en León es cada vez mayor. «Sobre todo en lo que respecta a los pozos abiertos o superficiales», indica el encargado de Sondeos del Norte, Andrés Fernández Franco. Estos pozos son los que se relacionan con los primeros doce o quince metros. «A partir de los 40 o 50 metros, los niveles se mantienen como hace años». Según él, que lleva 30 años en el negocio, un fenómeno que se está desarrollando es el de aquellos que hace años resolvieron la extracción de agua con la machina —un sistema muy precario— y hoy se ven obligados a hacer nuevas captaciones porque han dejado de conseguir el recurso. Un responsable de Pozos y Sondeos del Cantábrico sostiene la misma idea de que hay un verdadero problema con las captaciones más superficiales.