«Las fuerzas se contagian entre los peregrinos»

Desde Cáceres a León llegó Julia para hacer el Camino.

Esta ama de casa se armó de valor y decidió emprender la aventura en solitario. «Ser ama de casa implica trabajar las 24 horas del día por lo que decidí cogerme unas vacaciones para pensar en la historia de mi vida, y qué mejor que el Camino de Santiago» asegura.

La ruta es también una forma de turismo, según afirma esta cacereña «he visto pueblos que no sabía si quiera que existían, además el carácter del norte es muy diferente, estoy aprendiendo mucho de los modos de vida de la gente con la que comparto las distintas etapas».

Reconoce que en ocasiones «las fuerzas flaquean, las ampollas parecen multiplicarse en alguna de las etapas, sin embargo la fuerza también se contagia entre los caminantes».