El fuego deja en cenizas el Ayuntamiento

Cuatro plantas del Ayuntamiento de León resultaron completamente calcinadas ayer por la tarde como consecuencia de un incendio que el alcalde, Emilio Gutiérrez, calificó de «muy grave» y que se inició en torno a las 15.20 horas en la tercera planta, hacia la zona del departamento de Personal y a la altura del archivo de nóminas, por causas que el regidor no especificó: «No es momento de especulaciones».

Los graves daños que presenta el edificio en su estructura ponen en duda que se pueda seguir utilizando con normalidad. La investigación de la Policía Judicial se inciiará hoy pero hasta el martes estará prohibida la entrada al inmueble, por razones de seguridad.

A la hora en la que se inició el suceso, quedaban aproximadamente una veintena de funcionarios en el interior de las instalaciones. «Saltó la alarma, pero como ya ha pasado otras veces, no le dimos más importancia. Después empezó a oler a quemado y creí que era mi ordenador, hasta que ya nos ordenaron desalojar el edificio», explicó a este periódico uno de los funcionarios que se encontraba en el interior del recinto en el momento en el que se iniciaron las llamas.

Propietarios de los negocios colindantes y los vecinos de los inmuebles contiguos al siniestrado fueron los siguientes en personarse en la acera de Ordoño II, donde el ambiente se hizo casi irrespirable a causa de una intensísima humareda con salida por la puerta de persona del edificio principal.

Casi al unísono, Policía Local, Policía Nacional y Cuerpo de Bomberos fueron llegando a la zona. Posteriomente lo hizo el alcalde, acompañado de un nutrido grupo de concejales, que recibieron de primera mano información de la gravedad del suceso.

Una hora después de haber aparecido las primeras llamas, varias patrullas de la Policía Local trasladaron mangueras, picas y bombonas de oxígeno desde el cuartel del Cuerpo de Bomberos al punto del siniestro. Fue luego cuando empezaron a llegar los siguientes camiones de extinción y quedó cortado el tráfico en Ordoño II, Alfonso V y San Agustín.

En torno a las 17.30 horas se vivieron momentos de angustia al perder el control del fuego por momentos. Álvaro Rodriguez, jefe del Cuerpo de Bomberos de la capital, tomó la decisión de subirse a una de las escaleras telescópicas para comprobar el estado de la azotea y sus peores temores se cumplieron. Las llamas estaban avanzando ya hacia la parte posterior, utilizando como canal de comunicación los conductos del aire acondicionado.

A las 17,46 llegaron los siguientes camiones de Bomberos y se centró el ataque al incendio en el callejón de San Agustín, donde las llamas ya asomaban a la calle por la ventana y comenzaron a abombar la fachada la teral. Una grieta de considerables proporciones, que se abrió a la altura de la sexta planta y llegó hasta la tercera hizo temer por la estabilidad de esa cara del edificio.

Tras un primer conato de control de las llamas, las altas temperaturas del interior del recinto y el efecto chimenea reavivaron el fuego a las 18.09. 24 minutos más tarde hicieron acto de aparición dos vehículos del servicios de extinción de incendios de la Junta de Castilla y León para apoyar en las tareas. El fuego seguía sin control y por las ventanas empezaron a sonar explosiones.

Cuatro minutos antes de las siete de la tarde reventó una de las mangueras a causa de la presión. Simultaneamente empezaron a acabarse las existencias de agua en las cisternas y fue necesario enviar los camiones d ela UME a repostar. A las 19.08 ya estaban metidos de nuevo en faena y lel fuego quedó bajo control. A las 19.16 llegó la ambulancia de la UME para atender a tres bomberos intoxicados por el humo. Uno de ellos hubo de ser trasladado al Hospital.

Compareció en escena el arquitecto municipal por dos veces y el alcalde ante los medios, casi a las ocho en punto, para dar cuenta del fin del incendio. Y de una era en el Ayuntamiento...