De vuelta al lápiz y al papel

La buena voluntad demostrada y anunciada por los empleados públicos hizo que el día de ayer resultase sólo gris oscuro en la actividad municipal. La aldea global que avanzó McLuhan para el futuro retrocedió décadas para volver al papel timbrado, el lápiz, el papel y el «vuelva usted mañana».

La actividad municipal está colapsada y pasarán días hasta que empiece a recuperar el ritmo. El sistema informático no funciona, las conexiones de las redes fueron devoradas por el incendio del viernes, el trabajo acumulado durante años está en el aire. Muchos trabajadores lo dan por perdido. El alcalde intentó mostrar su cara más optimista, dentro del caos en el que se encuentra sumida la ciudad. «Hemos vuelto a los medios no adaptados al siglo XXI», reconoció en una rueda de prensa en la que mostró su confianza en la pronta recuperación de la actividad aunque advirtió. «No hay previsiones».

La ciudad de León vive una situación sin precedentes. Por eso, todos los trabajadores públicos «que lo son por vocación», como reconoció el alcalde, arriman el hombro para que las consecuencias de este «parón» no acarree aún más problemas a la ciudadanía, sobrecogida todavía por la pérdida de parte de un edificio público, que es de todos.

El alcalde se reunió ayer con los trabajadores para informarles de primera mano de la situación. «Los funcionarios saben hacer las cosas con normalidad, son servidores públicos».

Ayer fue el día de las recolocaciones. De idas y venidas, de muebles que se mueven de un lado para otro, de caer en la cuenta de lo que no se había previsto. «Faltan hasta bolígrafos».

Todas las administraciones del Estado se han volcado con León. El Gobierno central, la Junta, la Diputación. «Como es lógico», dijo el alcalde, «faltan todos los medios tecnológicos».

 

San Marcelo, el centro

El Ayuntamiento de San Marcelo vuelve a recuperar su protagonismo. Allí están el Registro e Información, Tesorería, Recaudación, Plusvalías y Vehículos. La atención en el Registro funcionó con cierta normalidad. «Hemos tenido una media de visitas similar a cualquier otro día de agosto», dicen los trabajadores. «La única diferencia es que tenemos que recoger todos los datos con papel y bolígrafo. Se hace lo que se puede».

Las trabajadoras de Información reparten impresos para que quede constancia por escrito de que el ciudadano ha acudido en tiempo y forma a renovar el documento que le caduca, para pedir una fe de vida, en el caso de los inmigrantes, una partida de empadronamiento... «todo queda pendiente, pero registrado en el papel».

El área de Informática, Nuevas Tecnologías y Proceso de Datos se traslada momentáneamente Edificio Rojo de Eras de Renueva. A primera hora de la mañana la incertidumbre de los trabajadores era la nota dominante. Aunque conscientes del cambio, no sabían con seguridad su reubicación definitiva. A eso de las dos de la tarde se reunión a las puertas del edificio con el jefe de sección de informática, aunque desconocían cómo iban a poder desarrollar su trabajo.

En el Palacio de Don Gutierre está reubicado Urbanismo, Medioambiente y Desarrollo Sostenible. Un ir y venir de personas trasladando material y mobiliario marcó la actividad matutina. «Mañana (por hoy) empezaremos a atender al público».

La nueva organización está en marcha, aunque en la mayoría de los servicios signifique sólo «una atención personalizada para ofrecer cualquier información». Buena voluntad y pocos medios, el resumen de la jornada.