De carceleras a presas
Durante la II República la labor de Victoria Kent como directora de prisiones supuso una sustancial mejora de las cárceles en general y de las prisiones femeninas en particular. Se hicieron edificios nuevos, como la cárcel de Ventas, y se creó el cuerpo de funcionarias de prisiones. Tras la guerra estas funcionarias fueron depuradas y algunas fueron presas en sus propias cárceles.