TRAGEDIA MEDIOAMBIENTAL EN LEÓN | OPERATIVO DE EXTINCIÓN
Mil hombres para 9.000 hectáreas
El incendio se encuentra estabilizado y en nivel 2 ■ La Junta y el Estado despliegan un ejército de brigadistas para abordar el incendio más grave ocurrido en León ■ El fuego abarca ya un perímetro de 40 kilómetros y, pese a los rebrotes, se está controlando «in extremis» ■ Los primeros indicios de la investigación ya concretan el punto de origen y la intencionalidad del incendiario.
Uno de los vecinos de Tabuyo suelta tierra con rabia contra las llamas para tratar de apagarlas.
Parecía fatigado, pero el incendio forestal que ha devorado las comarcas de la Valdería y la Valduerna se enfurecía de nuevo a media tarde de ayer y reactivaba un nuevo foco, que desató las mismas escenas de angustia vividas por vecinos y equipos de extinción durante los últimos tres días. Un operativo sin precedentes desplegó durante todo el día de ayer a 800 especialistas en la extinción de incendios —en conjunto ya han trabajado más de mil—, entre ellos una veintena de unidades aéreas y decenas de brigadas terrestres que se vieron desbordados ante la magnitud de un incendio que abarca ya 40 kilómetros de perímetro en un entorno de 8.000 a 9.000 hectáreas, según los datos facilitados por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente al cierre de esta edición.
Durante las primeras horas de la mañana, el principal temor era evitar que el incendio se propagase a la vertiente de Morla de la Valdería a través del conocido monte del Conde (valle de los abedules). Los medios aéreos concentraron su actuación en este punto para que las llamas no alcanzaran los primeros bosques de la Cabrera. De producirse esta circunstancia, la catástrofe se descontrolaría de forma dramática en uno de los santuarios ecológicos más importantes de la península. Este foco, el más activo de todos, corresponde a la cabeza del incendio con origen en Castrocontrigo. Una velocidad de 18 a 20 kilómetros por hora en vientos con tendencia suroeste ha propiciado la desviación de las llamas hacia estos inaccesibles pinares. La intensidad del operativo aéreo —helicópteros y aviones anfibio sobrevolaron los pueblos de manera constante siguiendo su ruta de carga hacia la presa de Morla— logró apaciguar las llamas a media tarde.
Sin embargo, la alerta volvía a saltar de nuevo hacia las cinco, cuando se reavivaron nuevos focos. El más peligroso acechó la población de Castrillo, pero la rápida reacción de los medios aéros y terrestres controló la situación en apenas dos horas.
El incendio seguía anoche activo y clasificado por la Consejería de Medio Ambiente en el nivel 2 (cuando se prevén evacuaciones de la población, cortes de carretera...). Los primeros indicios de la investigación apuntan a que fue intencionado en un punto concreto entre Torneros de Jamuz y Castrocontrigo, exactamente entre la carretera y el río. Los daños no han sido evaluados.
