Unas abejas perecen y las que sobreviven ya organizan un nuevo hogar
La mayor parte de las colmenas enclavadas en los pinares han sido devoradas por las llamas, aunque no todas. La producción de miel —sustento económico de varios vecinos— se resentirá, pero la naturaleza es tan dura como su incendiario depredador: en el entorno de las colmenas derruidas, decenas de abejas reina organizan ya un nuevo hogar.