Un genoma de deportista de élite explica la extrema longevidad de Quico
Es un tesoro para la genética. No en vano, la longevidad de Francisco Fernández Fernández (111 años y 31 días) ha despertado un enorme interés científico en los últimos meses y días. El contacto más reciente ha sido el del equipo del doctor George Church, un prestigioso genetista de la Escuela de Medicina de Harvard (EEUU) que dirige una inviestigación junto a la Universidad de Liverpool con personas de más de 105 años para estudiar una posible relación genética entre la longevidad y la inmunidad a determinadas enfermedades como el cáncer, el infarto, la diabetes o el alzhéimer.
Hace escasos días, James Clement, responsable del laboratorio Androcyte que coopera en el proyecto acordó con la familia del súpercentenario leonés un inminente encuentro para extraer muestras de sangre y saliva del súpercentenario para integrarlas en el estudio que está desarrollando a escala planetaria. Clement explica que en Estados Unidos hay alrededor de 200.000 personas de más de cien años de edad, pero sólo 18 han llegado a los 110. «Paradójicamente, la mayoría de los súpercentenarios que hemos conocido fumaban y bebían, y no siempre llevaban una vida sana». «Las enfermedades —explicó en una breve entrevista— son la principal razón por la que las personas no viven tanto tiempo». Su hipótesis es que los súpercentenarios tienen genes que les protegen especialmente contra la enfermedad, por lo que la investigación consiste en «descifrar sus genes y descubrir todo aquello que tienen en común y les protege». Cuando concluya la investigación se espera ayudar a desarrollar fármacos «que permitan a todos los demás disfrutar de una vida tan larga sin enfermedades».
En España también se ha desarrollado una importante investigación en torno a las personas con más de cien años. Concluye que presentan menos riesgo de padecer cáncer que la población general. En concreto, el trabajo sostiene que la genética de los centenarios y súpercentenarios es similar a la de los deportistas de élite que practican disciplinas relacionadas con la resistencia física, protegiéndolas frente a dolencias de gran mortalidad. Todo ello a pesar de que estas personas han nacido en una época anterior a los antibióticos y han sufrido carencias. Pero, ¿cuáles son las variantes genéticas que propician una larga vida como la de Francisco Fernández? «Aún no lo sabemos, posiblemente es la interacción entre muchas variantes genéticas aún por determinar y el entorno. Pienso que algunas de esas variantes tienen que ver con genes relacionados con el riesgo de padecer cáncer», explicó Alejandro Lucía, investigador de la Universidad Europea de Madrid y coautor junto a Jonatan Ruiz, de la Universidad de Granada, de un modelo matemático que les ha permitido observar el efecto acumulativo de 62 variantes genéticas en medio centenar de personas de enre cien y 108 años, principalmente de Castilla y León.
Lucía indica que «la longevidad tiene un componente hereditario innegable», pero subrayó que se trata de un fenotipo que «posiblemente depende de muchos genes». A este respecto considera que en el caso de Quico deben haber interaccionado «una genética privilegiada en combinación con hábitos de vida muy saludables en la alimentación y la actividad física».
No obstante, subraya que «el problema de hoy en día es que los fármacos alargan la vida de las personas, pero al precio de que vivan cinco-diez años con una gran dependencia física por falta de ejercicio y masa muscular». «La única solución —concluye— es que las personas se mantengan activas hasta el final de sus días».