El Gobierno ultima el plan para liquidar entidades de crédito que no son viables
Vuelve a bajar a 500.000 euros los sueldos de los directivos de las cajas rescatadas.
Adiós a los bancos zombis o muertos vivientes. La liquidación de aquellas entidades de crédito sin futuro es una condición del rescate financiero acordado con los socios europeos y el Gobierno se propone aprobar de inmediato la norma que regulará este procedimiento. El brazo ejecutor será el Fondo de Reestructuración Bancaria, que saldrá muy reforzado. Solo el Ministerio de Economía y el Banco de España, y en mayor proporción el primero, se sentarán en su puente de mando.
El Gobierno prefiere hablar del proceso como una «resolución ordenada», pero viene a ser lo mismo. Cuando el comisario europeo Joaquín Almunia dio por inevitable alguna liquidación bancaria, desde Economía se emitieron rotundos desmentidos. Puesto que lo previsto en el próximo decreto ley «será de aplicación a los procesos de reestructuración que se están desarrollando», todo apunta a que bajo la lupa del real decreto que aprobará en breve el Consejo de Ministros están, en primera instancia, las entidades nacionalizadas: Banco de Valencia, Catalunya Caixa y Novagalicia. Bankia se libraría de una liquidación, por su tamaño.
El Frob podrá transmitir los activos de la entidad en liquidación a un ‘banco puente’, destinado a la venta, cuya vida no se extenderá más de cinco años. Con el fin de elevar su precio, procederá a traspasar a una entidad de gestión de activos (el conocido como ‘banco malo’), los considerados problemáticos.
La venta de la entidad o de partes de la misma se podrá realizar incluso en contra de la voluntad de sus accionistas o de terceros distintos del comprador, y sin tener que cumplir los procedimientos exigidos en materia de cambios estructurales de las sociedades mercantiles. Y aunque el procedimiento habitual será la subasta, podría prescindir de ella «si existe una seria amenaza para la estabilidad del sistema».
Condiciones
Los accionistas, cuentapartícipes o socios de las entidades rescatadas «serán los primeros en soportar pérdidas». Se canjearán las preferentes o subordinadas de las entidades que han recibido ayudas o han sido intervenidas, pero siempre al valor de mercado, por lo que los propietarios tendrán que asumir una quita. La gestión de estos títulos se hará mediante la reducción del valor nominal de la deuda, vía amortización anticipada a valor distinto o mediante canje por otros instrumentos de capital. De cara al futuro, para las emisiones de sociedades no cotizadas se fijará un importe mínimo de 100.000 euros, y la oferta pública de venta tendrá que contar con un tramo de al menos el 50% dirigido a clientes profesionales.
El Frob se convierte en el gestor tanto de la reestructuración como de la liquidación o resolución ordenada de las entidades financieras. Su alta dirección estará integrada por nueve miembros, cuatro del Banco de España y cinco del Ministerio de Economía. Estará sujeto a control del Parlamentario, al que su presidente rendirá cuentas cada tres meses, se financiará con cargo a presupuestos, emisiones de renta fija, o mediante endeudamiento. La presencia de banqueros se suprime.
Además, el Gobierno limitará a 500.000 euros la retribución fija por todos los conceptos de presidentes ejecutivos, consejeros delegados y directivos de las entidades que reciban apoyo financiero. Esta disposición, que afectará a Banca Cívica, BMN y Caja Duero España, supone un paso más en la limitación de sueldos que entró en vigor hace apenas dos semanas. Para aquellas entidades en las que el Frob tiene mayoría accionarial —Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia— se mantiene el techo de 300.000 euros.