El acceso a la autovía deberá sortear el cruce hacia Boñar en Puente Villarente
La travesía de Puente Villarente puede convertirse en un nuevo punto crítico, al ser puerta de entrada y salida de la autovía.
La A-60 traerá indudables ventajas pero puede acarrear también serios problemas. Y es que los accesos desde Puente Villarente se tendrán que hacer por una carretera autonómica. En concreto la CL-624 a Boñar.
El problema no es tanto la entrada o salida de la autovía como la incorporación a la N-120. El cruce entre la carretera nacional y la autonómica tiene un carril central en la travesía principal de Puente Villarente con un stop para los vehículos que circulan desde León y cruzan hacia Boñar -y dentro de muy poco también para la autovía- y un ceda al paso para aquellos conductores que desde la carretera de Boñar se incorporan a la nacional en dirección a Mansilla.
La apertura de la autovía provocará un aumento del número de vehículos que utilizarán este cruce y, en consecuencia, el riesgo de accidentes se incrementará, aunque no circulen ya los mismos coches por la nacional.
En la CL-624 se han construido un puente y dos rotondas, que se completan con una tercera que servirá de acceso a la autovía en dirección a León, ya en el desvío hacia la localidad de Villacete. Desde el puente construido se puede ver la nueva situación que se ha generado en este proyecto tantas veces demandado por los leoneses. A la izquierda, la nueva realidad que se podrá disfrutar en apenas tres meses. Asfalto y coches. A la derecha, mirando para el río, lo que queda por hacer de una carretera que tiene que enfrentarse a la falta de fondos estatales para su finalización, al menos hasta Santas Martas. La zona está explanada pero de tierra. Faltan los puentes sobre el Porma y el Esla.
Siguiendo hacia Mansilla de las Mulas se pueden ver nuevas obras y los restos de Lancia. Un interrogante más después de que Patrimonio de la Junta decidiera su conservación. Al menos, ahora algo ha cambiado, y es que en Madrid y Valladolid gobierna el mismo color, el PP.
Con lo que sí acabará es con la problemática entrada y salida de León por el Portillo, con gran densidad de tráfico no sólo por la carretera a Valladolid sino también por la propia actividad industrial de la zona. Más que una autovía, la A-60 es una nueva ronda de León.