La Fiscalía rechaza excarcelar a Uribetxebarria pero no el tercer grado
Defiende que el preso sea tratado en prisión y le reclama que repudie a ETA.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional se sumó ayer a la tesis de la forense y reclamó al juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro, que no ponga en libertad condicional al etarra Josu Uribetxebarria Bolinaga, ingresado en el Hospital Donostia de San Sebastián aquejado de un cáncer de riñón con metástasis pulmonar y cerebral.
La decisión del Ministerio Público se fundamenta en el informe de la médico-forense de la Audiencia Nacional del pasado viernes, en el que se concluía que el el secuestrador del funcionario de prisiones José antonio Ortega Lara «no está terminal» y que su enfermedad puede ser tratada en prisión ya que no se acortará su esperanza de vida.
La posición del fiscal Pedro Rubira es contraria a la mantenida por el Ministerio del Interior, partidario de excarcelar a Bolinaga por «razones humanitarias», ya que su estado es «irreversible» y no puede ser tratado en prisión. Este diagnóstico contenido en el informe del Hospital Donostia sirvió a Instituciones Penitenciarias, dependiente de Interior, para conceder el tercer grado al recluso. La razón principal era que en prisión no podría ser tratado de su cáncer y por ello era obligado dejarle en semilibertad ya que lo contrario sería «prevaricar», aseguró el pasado jueves el ministro Jorge Fernández Díaz. La postura abría la puerta a su libertad condicional.
Curiosamente, la Fiscalía pudo recurrir la concesión del tercer grado a Bolinaga, adoptada el pasado 17 de agosto, pero no lo hizo tras dejar pasar el plazo de cinco días del que disponía. Pero ahora se opone a su libertad condicional con el informe en la mano del forense y con novedosos condicionantes que antes no había ni citado. En primer lugar, el fiscal Pedro Rubira reclamó al preso para apoyar su excarcelación que haga una declaración expresa de repudio de la violencia y que pida perdón a las víctimas, requisito que no se exigía hasta ahora en casos de enfermedad grave, pero sí para el resto de reclusos etarras. Este cambio de criterio es singular porque en las dos libertades condicionales concedidas anteriormente a presos de ETA con patologías incurables esa desvinculación de la violencia no se había requerido.
Fuego cruzado
Así las cosas, el fuego cruzado entre la Fiscalía y el Ministerio del Interior quedó de nuevo patente ayer con el informe remitido al juez. El documento asegura que el cáncer que padece el etarra «es compatible» con ser tratado en la cárcel y que sus síntomas no permiten incluirlo en una situación «claramente terminal». «No se encuentra en el último periodo de su vida», dijo el fiscal.
Asimismo, argumentó que Uribetxebarria no se ha sometido a ningún tratamiento de quimioterapia ni radioterapia para determinar sus «auténticas» expectativas de vida —el forense le daba un 50% de probabilidades de morir en 11,3 meses—. Un dato, añade, que no ha sido tenido en cuenta por el «informe médico privado» elaborado por el Hospital Donostia. Un pullazo a Interior.