Una estructura de 38 millones a razón de dos kilómetros al año

oceto nuevo, pero de esperar entre cajones y arrumbado en las cunetas, paralizado por la falta de dinero y apoyo presupuestario, desprende olor a viejo. Y eso a pesar de que se adjudicó en el año 2008.

En el plazo de ejecución ya dejó entrever que la penitencia para los conductores potenciales que iban a hacer uso de él a diario iba a ser larga. No fallaron esas previsiones, a las que asiste ahora un nuevo parón en las obras, por el mismo motivo que casi en todas las ocasiones anteriores llevó la inactividad al vial que pone el centro de León, o ha de poner, en las autopistas en diez minutos de trayecto.

El acceso Sur se adjudicó en el año 2008 por un importe de 38 , 3 millones de euros, y ponía un horizonte de más de una treintena de meses para llevarlo a efecto. Nueve kilómetros, para redondear el piso de cien metros a mayores que se pinta sobre la distancia que se abre desde la prolongación de Saenz de Miera a Cembranos entre obras de ferrocarril de alta velocidad, que tampoco ha llegado, y campos de barbecho. Sobre esa llanura se extiende ahora una vía doble sentido para la circulación que en su avance lento ha logrado matizarse a razón de dos kilómetros por año; desde que se adjudicó hasta hoy. Sin contar con el cierre de caja, la falta de liquidez o el destino de los últimos cuatro millones que deben de faltar para apurar la continuidad de las obras y que el vial no quede de nuevo varado, el acceso Sur quedó al pairo durante más de un año a causa de un conflicto con el vallado de una factoría lindante con el trazado que lleva el vial. Se superó el pleito y el acceso sur llegó a la plenitud de actividad a lo largo del último año, con una laboriosidad inédita en la zona que enseñó a la circunvalación sur de la ciudad el dibujo de su nueva salida hacia las autopistas A-66 y A-231. O aparecen cuatro millones o las obras no se reiniciarán hasta el 2013; así, la media de dos kilómetros por año saltará por los aires.