Rajoy mantiene la duda del rescate y niega que vaya a tocar las pensiones
Evita fijar las líneas rojas de España ante las condiciones que traerá el auxilio financiero.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la entrevista ayer en la que repasó la situación política.
Pocos anuncios y muchas dudas dejó la primera entrevista de Mariano Rajoy en TVE desde que accedió a la presidencia del Gobierno. Tras un silencio elocuente, mantuvo el suspense sobre si España pedirá o no el rescate a la Unión Europea. Insistió en que tiene que estudiar con detenimiento si es lo mejor para el interés general de los españoles.
Rajoy tampoco quiso hablar de la condicionalidad que inevitablemente acarreará esta petición de ayuda. Pese a la tenacidad de los entrevistadores, no cedió ni un milímetro. «Tengo que ser muy prudente», dijo. Una frase que, en boca del presidente, significa que llevará con el máximo sigilo la negociación del rescate, pero aseguró que no habrá rescate antes del 21-O.
Se mostró más cauteloso, si cabe, a la hora de hablar de posibles líneas rojas en las condiciones que exigirá Bruselas. Negó que la Unión Europea le haya planteado la necesidad de tocar las pensiones o la prestación por desempleo. «No me gustaría y no podría aceptar que nadie le dijese a España cuáles son las políticas que tiene que reducir o no», espetó. Es más, se comprometió a mantener a salvo de los tijeretazos a los jubilados para lograr el rescate y aseguró que tampoco habrá recortes en las pensiones en los próximos Presupuestos Generales del Estado para 2013. Rajoy, en cambio, mantuvo silencio ante otras posibles medidas de ahorro de gasto como la de bajar los sueldos públicos y también los privados mediante un aumento de las cotizaciones sociales. Tampoco despejó las dudas sobre las posibilidades de un recorte en las prestaciones por desempleo.
El jefe del Ejecutivo quiso que la discusión sobre el rescate se escorara más a su terreno. Para España, lo realmente importante no es solicitar o no el auxilio económico de Bruselas «sino que el BCE ha abierto una ventanilla». El anuncio del BCE de que compraría deuda de los países que lo necesitaran es, a juicio de Rajoy, «una señal magnífica». Además, anunció que convocará una conferencia de presidentes autonómicos en octubre para trasladarles la necesidad de «trabajar juntos» para reducir el déficit.
Rajoy aseveró que España cumplirá sí o sí el objetivo de reducir el déficit público en el 2012 al 6,3% y lograr la meta del 4,5% en el 2013. Para ello garantizó que no volverá a subir el IVA ni el IRPF, pero sí que reformará algún aspecto del impuesto de sociedades, subirá la carga fiscal para los rendimientos del capital y creará algún «impuesto verde».