El presidente del Gobierno: «Las leyes no quieren que nadie muera en la cárcel»

Mariano Rajoy puso mucho énfasis en aclarar a su electorado que, pese a la polvareda levantada por el tercer grado al etarra Josu Uribetxebarria Bolinaga y que le ha valido el enfrentamiento con las víctimas y un sector del PP, mantiene la misma contundencia frente a ETA que cuando ejerció como ministro del Interior en el Gobierno de José María Aznar. «No he negociado con ETA ni vamos a hacerlo nunca; no hemos aceptado el chantaje de ETA y no lo vamos a hacer», reiteró.

En un claro intento de mitigar los efectos que el caso Bolinaga ha tenido entre los simpatizantes del PP, sobre todo en el País Vasco. «El señor Bolinaga es un criminal, no porque lo diga yo, sino porque lo han dicho los tribunales», exclamó. Dicho esto, apostilló que «ha pasado 15 años en la cárcel, pesa 47 kilos y lleva más de 50 días en un hospital». Recordó, además, que el Gobierno se limitó a cumplir la ley con el secuestrador de Ortega Lara porque «las leyes no quieren que nadie muera en la calle». Pese a ello, insistió en que conceder beneficios penitenciarios a Uribetxebarria «es un hecho que repugna y a nadie le gusta esa situación».

Unión y mayoría

Preguntado por la deriva independentista en Cataluña, sostuvo que ahora «no toca el lío ni la disputa ni la polémica, toca la unión y cooperación». Recordó que los problemas de los catalanes también son el paro, el déficit y la deuda, y no la secesión de España. Por otra parte, Rajoy cree que los populares no gobernarán en Galicia si no revalidan la mayoría absoluta, porque el resto de fuerzas se coaligarían, por lo que, a su juicio, los gallegos tienen «dos opciones» el 21-O: el PP o «seis o siete partidos».