Cospedal niega la existencia de una rebelión entre los barones del PP
La número dos recalca que Monago aplicará el IVA, «es algo que no se puede matizar».
Mariano Rajoy se jactó durante los casi ocho años que estuvo en la oposición de dirigir un partido que tenía el mismo mensaje en Cataluña, Andalucía o el País Vasco. Sin embargo, ocho meses después de que alcanzara la Moncloa el discurso único del PP se resquebraja.
Varios presidentes autonómicos han puesto en tela de juicio algunas de las decisiones de su líder o quieren forzar cambios legislativos no contemplados por el Gobierno. María Dolores de Cospedal negó ayer que se trate de una rebelión interna, aunque tras la reunión del comité de dirección del partido intentó calmar los ánimos. «El PP cumple la ley en toda España», aseguró. Algunos casos de este fuego amigo son significativos. Alberto Núñez Feijóo y Alberto Fabra anunciaron hace dos semanas que Galicia y Valencia seguirían dando cobertura sanitaria gratuita a los inmigrantes en situación irregular, pese a que el Ministerio de Sanidad había ordenado lo contrario. El extremeño José Antonio Monago prometió el viernes pasado asumir ocho puntos de la subida al 21% del IVA cultural en Extremadura. Esperanza Aguirre defendió el sábado que se permita fumar en los casinos que albergará el complejo lúdico Eurovegas, que el magnate norteamericano Sheldon Adelson construirá en una localidad madrileña aún sin determinar.
Tampoco ha pasado desapercibido el desencuentro entre Monago y la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho. El presidente extremeño argumentó que «Cataluña pide y Extremadura paga», a lo que su compañera en Cataluña replicó que se dedique a lo suyo y deje Cataluña a los catalanes. Cospedal, que defiende la gestión de Rajoy contra viento y marea, marcó distancias con respecto a Monago y Aguirre, pero sin respuestas estridentes para no agitar más las aguas. Lo que no pudo evitar la secretaria general del PP es que otros barones de su formación tercien en la contienda.
El presidente valenciano, Alberto Fabra, tachó el gesto de Monago de «guiño populista» y reclamó a los presidentes autonómicos de su partido que ninguno opte por quedarse en la orilla o en el arcén. «Todos tenemos que contribuir a que las medidas (económicas), aunque sean dolorosas, salgan adelante», zanjó
«Cumplirá»
La número dos del PP recalcó que Monago aplicará la subida del IVA cultural «porque no es un impuesto que se pueda matizar y se aplicará en toda España». No entró a valorar si es conveniente o torpedea la acción del Ejecutivo que Extremadura preste ayudas a las empresas culturales para compensar este incremento. «Lo importante es que el presidente extremeño ha dicho que cumplirá con el objetivo de reducción del déficit y cumplirá», acotó
Monago, también eludió la confrontación y aclaró que aplicará el IVA al 21%, pero insistió en que es competente para adoptar decisiones que mitiguen el impacto negativo, como asumir el pago de algún tramo
Con las pretensiones fumadoras de Aguirre para los casinos de Eurovegas, Cospedal lo dejó muy claro: «El PP no se ha planteado de ninguna manera cambiar la ley». Una contundencia de la que no participaron varios miembros del Gobierno. Los ministros de Industria, José Manuel Soria, y Sanidad, Ana Mato, responsable de la normativa que impide fumar en los establecimientos públicos, dejaron la puerta abierta a estudiar esta posibilidad. Demasiada disparidad de criterio.