Cada euro empleado en contratos con Ryanair genera 2,2 a las economías locales
Pasajeros descienden en Villanubla del primer vuelo de Ryanair de Londres a Valladolid.
A pesar de que el consejero de Fomento, Antonio Silván, puso en cuestión el martes en las Cortes «la necesidad imperiosa» de que León cuente con vuelos de Ryanair «con la que está cayendo», las estadísticas de los aeropuertos donde opera esta compañía low cost en distintas ciudades españolas hablan por sí mimas.
Tal y como refleja el «Segundo Informe sobre el Aeropuerto de León» realizado por el profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de León, Julio Lago, las cifras evidencian que, por ejemplo, en lo que va de año el número de pasajeros transportados por esta compañía irlandesa suponen desde el 90 hasta el 50% del total de los registrados en esos enclaves, aeropuertos que desde la llegada de Ryanair han logrado, doblar, triplicar o cuatriplicar su tráfico aéreo.
Uno de los paradigmas, según el profesor Lago, es la capital de Aragón. Así, de acuerdo al informe «Impacto socioeconómico en Aragón y en el área metropolitana de Zaragoza de las conexiones aéreas con otras ciudades europeas», el aeropuerto ha pasado de los 226.797 usuarios en el 2002, momento en que todavía no operaba esta aerolínea, a los 533.970 (el 71% de vuelos low cost) con los que cerró el ejercicio pasado.
La potenciación de estas instalaciones, tal y como revela el informe está directamente vinculada a la llegada en el 2005 de compañías de bajo coste. Turismo y hostelería han sido los grandes beneficiarios del impacto del flujo de retorno, es decir, pasajeros que llegan desde ciudades de países con los que la capital de Aragón tiene conexiones: Londres, París, Bruselas, Roma y Bérgamo.
Los turistas extranjeros aportan cada año a Zaragoza diez millones de euros, mientras que los incentivos económicos aportados por las administraciones de Aragón a Ryanair mediante contrato de promoción ascienden por ejercicio a 22 millones en el periodo 2007/2011.
El informe, elaborado por el profesor titular del Departamento de Dirección y Organización de Empresas de la Universidad de Zaragoza, Jorge Rosell, evidencia el retorno económico de la ayuda institucional, con un efecto multiplicador de los incentivos de 2,2, es decir, cada euro de ayuda pública genera 2,2.
Además, mientras las pernoctaciones en la capital aragonesa de turistas españoles crecieron un 6%, las de los extrajeros se han disparado un 42%.
El informe justifica la política de apoyo económico de las instituciones ante el claro retorno económico de los vuelos low coste en las economías de las ciudades donde opera.