La financiación de la nueva terminal engorda los números negativos

 

El resultado neto o final con el que acabó el pasado año el balance del aeropuerto de León, casi menos 6,6 millones de euros, viene provocado en gran medida por la necesidad de afrontar gastos financieros derivados de las elevadas inversiones que han sido ejecutadas en los últimos años.

 

En este capítulo destaca la nueva terminal, que fue inaugurada por el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en octubre del 2010.

 

Este espacio supuso un gasto de algo más de 22 millones de euros y permitió al aeropuerto leonés en ese momento pasar 180 pasajeros a la hora a los 580 y de los 500.000 al año al millón de usuarios por ejercicio.

 

Cuenta con una superficie de 7.200 metros cuadrados y un aparcamiento para turismos y autocares de 7.700, además la plataforma de estacionamiento de aeronaves creció hasta los 46.000 metros cuadrados.

 

La nueva terminal ha permitido al aeropuerto contar con cuatro mostradores de facturación más, uno de ellos para equipajes especiales, dos espacios más para la venta de billetes, el doble de servicios y aseos, sala de lactancia y una oficina para la Policía Nacional.

 

También en la última década el aeropuerto amplió su pista hasta los 3.000 metros de longitud e instaló un sistema de aterrizaje para facilitar operaciones con baja visibilidad.