El viento, la baja humedad y las altas temperaturas activan las alertas

Viento, altas temperaturas y baja humedad; tres condiciones meteorológicas que ponen en alerta a los técnicos del Centro Autonómico de Mando (CAM), ya que de producirse todas a la vez se crea una circunstancia más que proclive para que se origine un incendio forestal de dificultades extremas en su extinción.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha diseñado una aplicación con la que evalúa el riesgo de incendio en función de estas tres variables y con la que también se puede estimar la posibilidad de tormentas. «Analizamos la probabilidad de ignición. Es decir, qué riesgo hay de que una chispa provoque un incendio», explica la jefa de la sección de Incendios Forestales, Teresa Mompín, y añade: «Cuanto más baja sea la humedad ambiental, lógicamente, mayores probabilidades de incendio se barajan».

Además, esta aplicación es capaz de predecir la rapidez con la que se propagarán las llamas en un incendio «de copas», gracias al análisis de la velocidad del viento registrado. «Para nosotros es muy útil conocer cómo se puede llegar a desarrollar un fuego para evaluar qué recursos materiales y humanos enviamos a la zona donde se está produciendo el siniestro», señala Mompín.

Con este programa, los técnicos del CAM también pueden simular el comportamiento de un incendio forestal a más largo plazo. «La aplicación te dice de qué forma prosperaría el fuego en función de la meteorología y la orografía de la zona. Además, podemos modificar el viento o la temperatura según se vayan produciendo cambios», advierte Teresa Mompín, quien puntualiza que el sistema de la Junta determina cómo avanzaría un incendio siempre y cuando no interviniese el servicio de extinción de la Consejería de Medio Ambiente.