Rajoy ofrece a Mas puntos de encuentro para una salida a la crisis
Artur Mas tenía claro que se lo jugaría todo a una carta: u obtenía un compromiso por parte del Gobierno de Rajoy que le permitiera sacar a Cataluña del régimen fiscal común en el plazo de unos pocos años o rompía la baraja. Y eso hizo. Ahora el jefe del Ejecutivo, inquieto ante la idea de sumar a la crisis económica una de las más graves crisis institucionales que nunca haya vivido la España democrática, pide al presidente de la Generalitat que recapacite.
«Estoy dispuesto a hablar, quiero dialogar y escuchar porque las cosas no son blancas o negras; hay tonos», dijo durante un acto de la campaña gallega en Orense, en el que no estuvo Feijóo.
Es la primera vez que Rajoy habla en público sobre este asunto, desde que el jueves recibió a Mas en La Moncloa. No acostumbra a comparecer ante la prensa tras sus entrevistas, salvo que en la reunión participe mandatarios extranjeros, y esta vez no quiso hacer una excepción. Así que sólo por boca del propio presidente catalán, y por un comunicado posterior de la secretaría de Estado de Comunicación, se supo que le había trasladado el mensaje de que no hay margen alguno.
Rajoy aseguró sin embargo ayer que considera posible «crear puntos de encuentro». «Por mí —prometió— no va faltar». Pero no parece probable que Mas, que se siente compelido a dar respuesta a la multitudinaria manifestación de la Diada a favor de un Estado propio, dé marcha atrás ahora y recoja un guante que lleva años calificando de inaceptable por pequeño. Y menos si se tiene en cuenta que ha logrado capitalizar el debate sobre la independencia y por primera vez en la legislatura ha logrado enviar a un segundo plano el malestar generado por su política de ajustes.