Cambio de rumbo en la adopción
Las peticiones de adopciones nacionales superan por primera vez en 2011 a las internacionales, que caen a la mitad en cinco años por la crisis y las restricciones de los países de origen .
Se acabó el boom de las adopciones internacionales. En el último quinquenio se han multiplicado por cinco las peticiones para adoptar a un niño o una niña en Castilla y León y se han reducido a la mitad las solicitudes para traer a criaturas de orfanatos extranjeros.
La adopción nacional o internacional es un largo viaje. Un embarazo a distancia que se prolonga actualmente por más de tres años, si se acude a países extranjeros, y en torno a cinco o seis si se realiza en la Comunidad.
«No sé lo que será el parir, pero esta experiencia es impresionante. Hemos vivido el ‘embarazo’ los dos juntos», asegura Tere Mediavilla, madre de Elena, una niña que nació en Vietnam, fue abandonado en un orfanato de Danam y viajó a España con seis meses de vida. «Si pudiera, marchaba a por otro», apostilla el padre, José Rafael Campos.
Pero, económicamente, adoptar en el extranjero supone un esfuerzo importante que no pueden repetir en este momento. «Nos supuso 24.000 euros por todo», incluida una mordida de 200 euros que tuvieron que pagar todas las familias que viajaron en su grupo para que les dieran el pasaporte de un día para otro en el equivalente a una comisaría de policía. «Ya lo tenían todo preparado, ni siquiera nos pidieron fotos, pero nos hicieron pagar», explican.
Según datos de la Consejería de Familia, en el 2007 en León se registraron 11 solicitudes de adopción nacional. Cinco años después, en 2011, el número de peticiones de parejas leonesas que quieren adoptar en la Comunidad asciende a 58. La demanda de adopción internacional cae en picado. Las cifras son elocuentes: en 2005 se presentaron 55 solicitudes para adoptar en países extranjeros, mientras que en el 2011 el número de peticiones bajó a 22. Las solicitudes de adopción nacional superaron a las internacionales por primera vez el año pasado.
Efecto tapón
La nueva tendencia en las adopciones producirá un efecto de tapón en las adopciones nacionales en años futuros, pronostica la Junta. «Probablemente se volverá a demorar a ocho años el tiempo de espera para una adopción nacional», admite.
Con el auge de las adopciones internacionales el tiempo de espera se había reducido a menos de cinco años. Actualmente en León hay 133 solicitudes acumuladas para adopción nacional, de las 800 de la Comunidad. Otro factor que perjudicará la adopción nacional es el descenso d ela población por la caída de la población inmigrante.
La Junta no cree que la crisis económica sea un factor que influya en el aumento de criaturas que se den en adopción. «Es cierto qeu puede haber más riesgos para la infancia, pero no tiene por qué haber más desprotección», dice el director de infancia.
Con todo, el número de niñas y niños que llegaron a la provincia por adopción internacional el año pasado triplicó, con 18 casos, a los menores entregados por la Comunidad a familias leonesas, que fueron seis. «Los países han ido cambiando los requisitos y el atractivo del menor tiempo de espera, de un año cuando se abrieron las adopciones en China, ya no existe», explica el director técnico de protección de la Infancia de Castilla y León, Pablo Rodríguez.
La Consejería de Familia admite que «la coyuntura económica también puede estar afectando, aunque si los plazos funcionaran como hace dos o tres años seguramente la gente haría un esfuerzo, pero ahora viven con la incertidumbre de qué va a pasar con su expediente, no tienen alicientes y sufren un gran desgaste psíquico y emocional».
La vía filipina
Sabrina Auditore y Alberto Pérez, una pareja leonesa que espera desde el 2009 una adopción en Filipinas, no han desistido pese a la angustia casi diaria de la espera.
La pareja se enfrenta en noviembre a las pruebas para conseguir el tercer certificado de idoneidad. Una modificación del Gobierno de Manila del año 2010 reduce la validez de estos certificados. La única ventaja es que podrán optar a la adopción de menores de 0 a 4 años, pues hasta ahora estaban en el rango de candidatos a niños de 2 años en adelante.
La Junta de Castilla y León tuvo que adquirir un programa específico para los exámenes de idoneidad de Filipinas porque los corrige un ordenador. Las personas que van a adoptar se someten a un examen de personalidad y, en el caso de las parejas, a otro de compatibilidad.
Eligieron este país porque cuando empezaron el proceso de adopción tenían 27 y 28 años y países como China e India no aceptan adoptantes menores de 30 años. En Uruguay exigen que la familia viva seis meses en el país para realizar la adopción y Colombia y México piden una estancia mínima de 45 días.
Filipinas es el país hacia el que se dirigen actualmente gran parte de las peticiones de las familias leonesas que quieren adoptar en el extranjero. «Es de los más transparentes, aunque no tiene adopción plena», aseguran Mercedes Sánchez y José Ángel García. En abril viajaron a Manila para traer a Ángela después de 38 meses de espera desde que fue admitida su petición. La niña cumple tres años en noviembre.
Uno de los requisitos que exige el país es que las personas adoptantes sean católicas, por lo que precisan de un cura que lo certifique. Colombia, Etiopía y Rusia son otros de los países hacia los que también se dirige la demanda.
Pasaje verde
Todos estos factores han ido orientando hacia determinados países en momentos puntuales y, en los últimos tiempos, restringiendo las adopciones internacionales. Actualmente en Vietnam y en China están paralizadas las adopciones, excepto las de «pasaje verde» para niños y niñas con necesidades especiales. Generalmente porque tienen un diagnóstico médico que necesita ser tratado, con operación o tratamiento específico.
En Castilla y León hay entre 20 y 30 niños y niñas con características especiales (discapacidades, enfermedades, grupos de hermanos, etc.) que no encuentran familia de adopción o que han sido rechazados tras un tiempo.
El 65% de los menores 64 que se adoptaron el año pasado en la Comunidad tenían alguna característica especial. Aunque son mínimos hay casos de familias que han adoptado en el extranjero y renuncian al cabo de un tiempo. Estas criaturas pasan automáticamente a la bolsa para la adopción nacional.