INAUGURACIÓN DEL CURSO ACADÉMICO | EL DISCURSO DEL RECTOR
Hermida avisa de que la Universidad no podrá soportar otro recorte igual en 2013
«Es hora de analizar con serenidad la implantación de los grados, ahora que ya tenemos los datos». «Tuvimos que tomar decisiones muy criticadas en su día que hoy nos han evitado sacrificios mayores».
José Ángel Hermida, rector de la Universidad de León, advirtió ayer que la continuidad de las actuales estructuras de la insititución está en el aire en el caso de que el año próximo se aplique un ajuste de características similares a las de este curso: «No puedo evitar manifestar mi seria preocupación por la situación económica que tendremos que afrontar en 2013. Si se produce un ajuste como el de este año, será muy difícil mantener la estructura actual de la Universidad de León».
Hermida se explico en estos términos en el transcurso de la inauguración del año académico universitario, en un multitudinario acto que se celebró en el Paraninfo del edificio de El Albéitar, con presencia de media docena de representantes de la Junta de Estudiantes que por la mañana se habían manifestado ya por los alrededores del inmueble y que desplegaron una pancarta con el lema «No a los recortes en Educación ni en los servicios».
El rector invitó a la comunidad universitaria a abordar los cambios legislativos y estructurales que se avecinan «sin dejarse llevar por falsos tópicos, que sirven para titulares de periódicos más o menos atractivos pero de poca utilidad para mejorar el sistema».
En clave económica anunció la inminente presentación al Consejo Social del presupuesto para el 2012 «cuya elaboración ha sido muy compleja por la reducción de los ingresos, el incremento del gasto y la incertidumbre en torno al impacto económico real que van a tener los precios públicos. Con todo ello, se ha reducido el presupuesto casi en un 12% apostando por el empleo y su conservación, objetivo que ahora mismo creo irrenunciable».
Hermida basó en dos puntos fundamentales el futuro de la Universidad de León: «Establecer las bases para la incorporación y formación de jóvenes que tomen el relevo de quienes se jubilarán próximamente y realizar un análisis sereno de la implantación de los grados, ahora que ya tenemos los datos. En los próximos meses abordaremos las mejoras oportunas que redunden en la calidad de la enseñanza».
El recién reelegido rector de la ULE tuvo tiempo de dejar un recado más a sus opositores: «Por razones que todos conocemos o porque vimos anticipadamente el problema que se nos avecinaba, tuvimos que tomar en su día decisiones muy criticadas, en algunos casos sin justificación alguna salvo el interés personal. Hoy, pasado el tiempo y visto el resultado, podemos afirmar que las decisiones han resultado eficaces y han evitado tener que realizar posteriormente mayores sacrificios. Negar los problemas en la gestión pública o recurrir al viejo tópico de que otro los arreglará es inasumible».
También se acordó de las últimas elecciones «en las que nuestra candidatura obtuvo un apoyo significativamente superior al de hace cuatro años». Y reconoció que el debate en torno a la desaparición de algunos grados será pasto de la lógica: «Se da la paradoja de que hay que detraer la financiación de campos altamente demandados para inyectar dinero en otros deficitarios. Creemos necesaria una ordenación que genere ahorro económico y sinergias positivas para que cada universidad pueda potenciar sus puntos fuertes. Es preciso actuar con imaginación y equidad».
