La fusión con Unicaja salva a Caja España de la intervención pública para sanearse

La fusión con Unicaja salva a Banca Ceiss (Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria) de la intervención pública. La entidad que surgiría de la unión de la caja malagueña y la leonesa se sitúa entre las siete que en el panorama financiero español no necesitarán capital adicional «incluso en un escenario macroeconómico muy desfavorable». Así lo recoge el informe de la consultora Oliver Wyman sobre las pruebas de esfuerzo que se han realizado a las catorce principales entidades españolas para afrontar hasta el 2014 un escenario mucho más adverso del que se prevé en este momento.

Después de que en los últimos días prácticamente se diera por hecho que Unicaja renunciaría a la problemática operación de fusión con Caja España para evitar la entrada de capital público en su gestión (dando por hecho que los problemas de solvencia de la entidad con sede en León acabarían lastrando el proceso), el examen a la solvencia y viabilidad del sector bancario nacional reveló ayer la sorpresa: si finalmente las dos entidades se unen, entrarían en el grupo de cabeza del sistema financiero español, el que no necesitaría buscar capital adicional para respaldar sus activos ni siquiera aunque el panorama económico se deteriore aún más.

Unicaja-Ceiss forma parte así de un grupo que encabezan Santander y BBVA, además de CaixaBank, y al que finalmente se han sumado también Kutxabank, Banco Sabadell y Bankinter.

Unidas y separadas

El resultado del ejercicio de estrés muestra que la caja fusionada cuenta en el denominado «escenario base» (el que se considera más probable) con un exceso de capital de 1.300 millones de euros; mientras que en el «escenario adverso» (considerado muy improbable) todavía tendría un exceso de capital de 128 millones de euros.

La situación sería bien diferente si Caja España tuviera que seguir adelante en solitario. Entonces su déficit de capital en el escenario que se prevé sería de 1.269 millones de euros, mientras que en un escenario adverso necesitaría captar capital hasta los 2.063 millones de euros.

Por su parte Unicaja confirma que es una de las entidades más saneadas del escenario financiero actual. Su excedente de capital se prevé en el 2014 de 969 millones de euros; pero incluso en la situación económica más difícil de las contempladas tendría un excedente de 452 millones de euros.

El pasado mes de marzo, después de semanas de duros tira y afloja y de que el presidente de Unicaja, Braulio Medel, tensionara hasta el límite la presión del Gobierno para llevar adelante la fusión, el dirigente malagueño consiguió que la integración cuente con 1.500 millones de euros de dinero público, que se suman a los 525 millones que la unión de Caja España y Caja Duero consiguió ya del Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca (FROB).

Ceiss tiene que responder individualmente por 1.000 millones de euros: los 525 iniciales del FROB y otros 475 millones que se añaden en obligaciones convertibles. A cambio, la entidad fusionada con Unicaja puede disponer de una línea de crédito de hasta 1.025 millones de euros para hacer frente a las posibles dificultades que surjan.

Este apoyo a la fusión parece ser suficiente, según la consultora norteamericana que ayer dio a conocer el esperado test de estrés, para cumplir las exigencias a las entidades financieras sin tener que buscar capital ni acudir al dinero público.

El sector financiero esperaba el informe de Oliver Wyman sobre la solvencia de la banca nacional para que el Gobierno pueda concretar la ayuda definitiva que pedirá a sus socios europeos para sanear el sector. El Memorándum de Entendimiento (MoU) firmado en julio exigía revisar las cuentas de los bancos para identificar las refinanciaciones, comprobar el cálculo de provisiones, revisar la calificación de las operaciones crediticias y valorar las garantías aportadas a los préstamos.