La convocatoria ‘Rodea el Congreso’ supone un salto cualitativo del 15M
«¡El 25 de septiembre rodeamos el Congreso! ¡El 25 de septiembre el pueblo será soberano!». Bajo este encabezamiento, un grupo denominado plataforma ‘En Pie’ publicó el 23 de julio pasado un manifiesto en Internet en el que llamaba a «ocupar el Congreso». Se presentaba como un movimiento de carácter social, antineoliberal y anticapitalista que reclamaba una democracia directa y participativa. En su ideario se justificaba la acción en el Parlamento «hasta conseguir la dimisión del Gobierno, abolir la Constitución y abrir un proceso constituyente».
Esta pretensión de máximos se alejaba de la narrativa clásica del Movimiento del 15M, que hasta la fecha había canalizado las acciones reivindicativas de los indignados. También variaron conceptos básicos como el uso de la fuerza para lograr un fin. De ahí que el manifiesto de ‘Ocupa el Congreso’ aceptara la «legítima defensa y el respeto a las diferentes formas de lucha». También avanzaba que no iban a pedir permiso para manifestarse y que estaban dispuestos a traspasar «los límites de lo legal».
El sábado 25 de agosto tuvo lugar una casi clandestina reunión en Madrid que lo cambió todo. Tras cinco horas se llegó a un consenso para constituir la Coordinadora 25S, más abierta y horizontal. En suma, el 25S original acabó fagocitado por el 15M tradicional.
La primera decisión de la Coordinadora 25S fue cambiar el nombre del acto. De «Ocupa el Congreso», en honor al movimiento ‘Occupy Wall Street’, se paso a «Rodea el Congreso». Este espaldarazo del 15M a ‘Rodea el Congreso’ fue definitivo.