El empresariado catalán teme la deriva soberanista en plena crisis
Aseguran que en el ambiente empresarial hay «muchísima inquietud» actualmente.
Mientras Cataluña sufre para llegar a final de mes, una parte significativa del empresariado catalán teme que la deriva soberanista que ha emprendido el ‘president’ de la Generalitat suponga un obstáculo más para la recuperación económica.
Con España al borde del rescate, el paro desbocado, el consumo privado en mínimos históricos y entre rumores crecientes de que grandes multinacionales pueden frenar sus inversiones o incluso hacer las maletas, dos destacadas organizaciones del mundo económico catalán, la patronal Foment del Treball (adscrita a la Ceoe) y el Círculo de Economía, dieron ayer un toque de atención al ‘presiden’t del Govern.
«Con este contexto de severa crisis económica, ¿es el mejor momento para plantear cambios institucionales tan importantes?», cuestionó el presidente de Foment, Joaquim Gay de Montellà. «En los ambientes empresariales hay muchísima inquietud», expreso el presidente de Vueling y del Círculo de Ecomomía, Josep Piqué. «En privado hay enormes reservas y actitudes de rechazo a cualquier planteamiento que nos lleve al territorio de lo desconocido», añadió. «Estos debates no favorecen la recuperación económica», zanjó. Piqué dijo las dos palabras clave: en privado. Porque hasta la fecha, las críticas del empresariado a los planes del Govern se habían limitado a advertencias a través de la prensa o la que a título personal hizo el presidente de Planeta, José Manuel Lara, que amenazó con llevarse la editorial catalana fuera de Cataluña.
En primera persona
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, aseguró ayer que, sea cual sea el proceso político que siga Cataluña, el mercado seguirá abierto para las empresas catalanas y las de fuera en el marco de la Unión Europea.
En un discurso durante una visita al almacén de la cervecera Damm en El Prat de Llobregat, Mas se refirió a los comentarios sobre el futuro de las empresas en una Cataluña independiente y dijo que «sean los que sean los procesos políticos, el mercado está abierto para todos, afortunadamente, y esto es un signo de países maduros e inteligentes».