Diario de León

El Congreso cierra la puerta a los referendos en Cataluña y Euskadi

PP, PSOE y UPyD aseguran que no habrá consultas de tipo soberanista.

Los diputados de ERC Alfred Bosch y Joan Tardá, durante el pleno del Congreso de ayer.

Los diputados de ERC Alfred Bosch y Joan Tardá, durante el pleno del Congreso de ayer.

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alfonso torices | madrid
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El Congreso dio ayer un nuevo portazo a la vía soberanista emprendida en septiembre por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y la mayoría nacionalista del Parlamento catalán y, de paso, se colocó la venda antes de la herida por si una posible victoria nacionalista en las elecciones del País Vasco resucita la estrategia de Juan José Ibarretxe y esta comunidad enfila un camino similar. El PP y el PSOE, respaldados por UPyD, dejaron claro a todas las formaciones nacionalistas del hemiciclo que no van a permitir, ni ahora ni en el futuro, la celebración de consultas soberanistas ni en Cataluña ni en Euskadi ni en ninguna otra parte del territorio español.

El debate soberanista llegó ayer de lleno al Congreso con motivo de la discusión de una iniciativa del diputado de Esquerra Republicana Alfred Bosch que reclamaba al Gobierno el traspaso a Cataluña de la facultad de convocar consultas por vía de referéndum para someter «decisiones políticas de trascendencia especial» para su territorio a la valoración del pueblo catalán. La proposición fue rechazada por los dos grandes partidos, que junto con UPyD suman el 86% de los diputados, y fue apoyada por todas las formaciones nacionalistas y por IU-Iniciativa per Catalunya.

PP, PSOE y Rosa Díez recordaron que la autorización para celebrar consultas de relevancia política es una prerrogativa exclusiva e intransferible del Estado pues forma parte de la reserva de competencias del artículo 149 de la Constitución, y que, además, este tipo de referendos no pueden ser permitidos porque una parte de España no puede suplantar a la «soberanía nacional» a la hora de decidir sobre temas que afectan a todos los territorios que conforman el Estado y a su organización.

Los portavoces de las tres formaciones llegaron aún más lejos y, tras recordar que el Tribunal Constitucional ya se ha encargado de frenar los intentos previos de consultas ilegales -plan Ibarretxe y ley catalana de referendos- y de fijar una doctrina unánime sobre el particular, adelantaron que tampoco tienen la más mínima intención de abordar la reforma de la Carta Magna que reclaman los nacionalistas.

Los populares, representados ayer por el ex jefe de la Abogacía del Estado, Arturo García-Tizón, se limitaron a un discurso puramente jurídico.

Los socialistas, sin embargo, con Ramón Jáuregui como portavoz, no esquivaron el tema. El ex ministro bajó a la arena política y aseguró que «la consulta de la independencia no es el camino para solucionar las tensiones territoriales sino el problema».

Rosa Díez aseguró estar en contra de la secesión porque «lo que necesita España es más unión y menos nacionalismo».

Los portavoces de CiU y ERC alertaron a los grandes partidos de que quieren pactar el ejercicio del derecho a decidir y que es peligroso que el Gobierno y el Congreso cierren «todas las puertas». Dijeron representar un clamor de la calle y advirtieron, como ya hizo Mas, que la consulta soberanista se hará de una u otra forma. «Nosotros votaremos», aseguró el proponente, Alfred Bosch. «No hay nada que pueda parar la democracia en Cataluña», añadió Jordi Xuclá, de CiU.

Aitor Esteban, del PNV, y Jon Iñarritu, de Amaiur, vieron «miedo» en la negativa de PP y PSOE. IU-ICV, sin ser independentista, apoyó todo tipo de referendos.

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